El derecho penal es una de las ramas más complejas del ordenamiento jurídico. Y es que en los litigios penales se dirimen cuestiones que afectan al honor, al patrimonio, a la reputación y a la libertad de las personas. Por eso, es importante saber como elegir un buen abogado penalista que aumente las posibilidades de salir bien parado de un procedimiento judicial de carácter penal. Conozcamos los cinco factores a tener en cuenta:
1. La especialización
El derecho penal es un campo muy amplio y abarca tipologías de delitos muy diferentes. A modo de ejemplo, un juicio por homicidio nada tiene que ver con un proceso por tráfico de estupefacientes ni con una querella criminal por estafa o apropiación indebida.
Cada clase de procedimiento penal tiene sus propios momentos procesales, su articulado legal y su jurisprudencia. Por eso, es importante que el abogado penalista esté especializado en las cuestiones penales que nos afectan.
2. La experiencia
Un abogado penalista con experiencia ya se ha enfrentado a casos complicados en decenas de ocasiones, es decir, conoce los mecanismos para abrir vías de negociación con la fiscalía, con la acusación particular o con los propios acusados. Un penalista experimentado dispone de muchos más recursos prácticos que uno sin experiencia, más allá del propio conocimiento de la legislación y la jurisprudencia.
3. El compromiso con el representado
Los procesos penales pueden prolongarse durante años. Por lo tanto, es fundamental que el abogado penalista se comprometa con el cliente, le transmita seguridad, le escuche, le informe, le asesore y le acompañe en todos los tiempos procesales.
4. Los honorarios
Entre el público en general ha calado la idea de que los mejores abogados penalistas cobran unos honorarios poco menos que desorbitados. Pero ¿realmente es eso cierto? La respuesta correcta es que en general no es así.
¿Y como escoger abogado penalista con la garantía de que podremos afrontar sus honorarios? Pues lo cierto es que los mejores juristas presentan a sus posibles clientes desgloses muy detallados de las previsiones de gastos. Estas previsiones permiten que los futuros representados se hagan una idea razonablemente clara de cuánto dinero tendrán que adelantar durante el proceso y de cuánto supondrán finalmente los honorarios del letrado.
A este respecto, no debemos tomar una decisión basándonos exclusivamente en la cuantía de los honorarios: tengamos claro que el penalista más caro no tiene por qué ser necesariamente el mejor. De la misma manera, unos honorarios aquilatados no son ninguna señal evidente de que el abogado está poco capacitado.
5. La reputación pública
En este sentido, la reputación pública del letrado es bastante más relevante que la cuestión de sus honorarios. El escenario ideal es disponer de referencias directas, provenientes de familiares, amigos o compañeros de trabajo, pero en derecho penal esto no siempre es posible.
Conque en el supuesto de que no tengamos referencias directas, es muy conveniente dedicar un tiempo razonable a buscar en internet las opiniones y valoraciones emitidas por clientes verificados.
Asimismo, las publicaciones jurídicas especializadas pueden orientarnos en nuestra búsqueda. En este sentido, recomendamos echar un vistazo a esta información acerca de los mejores abogados penalistas de España, publicada en el último trimestre de 2023 por el diario Información Legal, la publicación de referencia en lo concerniente a cuestiones y noticias de índole jurídica.
Y un consejo final: no conviene dejarse llevar por las prisas, por las apariencias ni por las promesas de éxito procesal. Cualquier jurista experimentado en derecho penal se abstendrá muy mucho de aventurar certezas procesales.