Y es que España tiene pueblos para todos los gustos. Si eres amante del clima gélido y las experiencias invernales extremas, España tiene un rincón que seguro te fascinará. Nos dirigimos al corazón del país, específicamente al denominado Triángulo del Frío, una región conocida también como el Triángulo de Hielo.
Esta área geográfica se encuentra en la encrucijada entre las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Aragón. Los vértices de este triángulo son Teruel y Calamocha, ambas aragonesas, y Molina de Aragón, perteneciente a Castilla-La Mancha. En el epicentro de esta helada región se halla Monreal del Campo, hogar del Museo del Azafrán, pero también Molina de Aragón y es aquí donde descubrimos el pueblo más frío de España.
La temperatura en esta zona alcanza niveles tan bajos que la convierten en el Polo del Frío español, según los registros climáticos recopilados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) a través del Banco Nacional de Datos Climatológicos. Durante los meses más fríos del año, Molina de Aragón y sus alrededores enfrentan heladas y nevadas frecuentes, convirtiéndose en un refugio invernal para aquellos que buscan la auténtica experiencia del invierno.
3Explorando los tesoros monumentales de Molina de Aragón
Molina de Aragón, ubicada al nordeste de la provincia de Guadalajara, se erige como una joya de riqueza monumental que invita a los visitantes a sumergirse en su fascinante historia. La ciudad nos transporta a través de los siglos, especialmente en su camino por la Edad Media, donde la imponente muralla que rodea el burgo y se fusiona con el castillo domina la panorámica. El castillo interior, con ocho torres en su apogeo, revela la grandeza defensiva de la fortaleza, de las cuales aún se conservan restos de dos y otras cuatro en excelente estado, conectadas por un adarve almenado.
Una visita imprescindible es el Monasterio de San Francisco, fundado a finales del siglo XIII y actualmente compartido entre una Residencia de la Tercera Edad atendida por las Hermanas de la Caridad y el Museo Comarcal de Molina de Aragón. Pasear por las calles de Molina de Aragón significa perderse en la belleza medieval del barrio judío y explorar el encanto del barrio de la morería al otro lado del río. El Puente Románico, símbolo de la villa, se erige sobre el río con tres arcos de arenisca roja, flanqueados por tajamares que dan carácter a su paso.