Después del dictamen del TJUE, la prensa internacional, especialmente la inglesa, se ha hecho eco de lo que considera la amenaza que supone la Superliga para el ecosistema del fútbol tal y como se conoce.
Así, el tabloide británico ‘Daily Express’ lleva en su portada la sentencia de Ceferin, presidente de la UEFA, “El fútbol no está venta”, una frase que pronunció en la rueda de prensa posterior al veredicto ante medios de comunicación de todo el mundo. En sus páginas interiores, además, el medio intensifica su posición contraria con un artículo que titula: “Los clubes tumban los Super Planes”, en relación a la oposición inmediata de todos los clubes de la Premier League a participar en una hipotética Superliga. Algo de lo que también se hace eco el prestigioso diario The Guardian, que publicó “Los clubes ingleses apoyan a la UEFA tras el fallo de la Superliga europea”.
Otro de las más importantes cabeceras del país británico, el ‘Daily Mirror’, recoge la oposición general a este proyecto en su titular “La nueva Superliga, una idea que nadie quería”, mientras que el Daily Telegraph va a un paso más allá y califica la decisión del TJUE de la pasada semana como “una sentencia que parece más una victoria que una derrota para la UEFA”.
En España, el diario ‘Marca’ se ha hecho eco de la decisión del TJUE, pero remarca que el nulo apoyo a la hipótetica Superliga con el siguiente titular: “La justicia le da la razón, pero el fútbol no respalda ese modelo”.
El fútbol europeo reaccionó en cadena y mayoritariamente ofreció una respuesta contraria a proyectos como la Superliga. En este sentido, las grandes ligas, entre las que se incluye LALIGA, fueron de las primeras en mostrar su oposición frontal al proyecto de A22 Sports Management, como la DFL alemana, una de las más contundentes, afirmando que “apoya explícitamente el modelo deportivo europeo y rechaza las competiciones fuera de las organizadas por las asociaciones y ligas”.
La Premier League tampoco se quedó atrás y argumentó que “la sentencia no avala la llamada «Superliga europea» y la Premier League sigue rechazando cualquier concepto de este tipo. Los aficionados son de vital importancia para el juego y han dejado clara una y otra vez su oposición a una competición «disidente» que rompa el vínculo entre el fútbol nacional y el europeo”. Además, en su comunicado recalcan que la liga inglesa “reitera su compromiso con los principios claros de la competición abierta que sustentan el éxito de las competiciones de clubes nacionales e internacionales”.
La LFP francesa por su parte respalda “inequívocamente las competiciones organizadas por la UEFA”, ya que “nada puede sustituir la legitimidad, credibilidad y prestigio de las competiciones europeas tal y como se vienen organizando desde hace más de 60 años.»
En España, LALIGA, la única que es parte de la causa contra la Superliga en los juzgados, declaró en palabras de su presidente, Javier Tebas, su “máximo apoyo a la UEFA como regulador y su rechazo a este modelo. La sentencia no avala la Superliga. UEFA lleva 69 años organizando el fútbol europeo y se ha ido adaptando a la realidad económica y deportiva”.
Asimismo, otras competiciones menores pero afectadas de lleno por la amenaza de la Superliga, como la liga de Suiza, la Veikkausliiga de Finlandia, así como la federación noruega y serbia de fútbol, e instituciones deportivas como el Comité Olímpico de Dinamarca también mostraron su oposición frontal a ese proyecto
Además, clubes como el Manchester United afirmaron que siguen “plenamente comprometidos con la participación en las competiciones de la UEFA”. El Atlético de Madrid, uno de los muchos clubes españoles tajantes en su no a la Superliga, dijo que “la comunidad del fútbol europeo no respalda la Superliga”, mientras que el Bayern de Munich recordó que “la puerta del Bayern sigue cerrada para la Superliga”. En la misma línea, otro club importante alemán como el Borussia Dortmund clarificó en pocas palabras su posición: “No estamos disponibles para la Superliga”. En Italia, la Roma escenificó su oposición a la Superliga diciendo que “el club no respalda en modo alguno ningún proyecto de supuesta Superliga que suponga un ataque inaceptable a la importancia de las ligas nacionales y a los cimientos del fútbol europeo”.
Igualmente, otros clubes asiduos a formar parte de competiciones europeas como el RB Leipzig, el Red Bull Salzburg, el Rapid Viena, el FC Copenhagen, el Malmo FF, el AIK Football sueco (SUE), el Rosenborg de Noruega o el HNK Rijeka croata se unieron también a la ola de rechazo a la iniciativa de A22.