En el año 2006, conmemorábamos las innovaciones de una manera distinta, y las revelaciones eran auténticas sorpresas. En lo que respecta a los videojuegos, o al menos al presentar anuncios impactantes, tanto YouTube como Twitter estaban en sus primeras etapas, y las estrategias publicitarias eran diferentes: solo tenías una oportunidad para cautivar a la audiencia, pero si tenías éxito, quedabas grabado en la historia.
2Tatuajes para llamar la atención
En noviembre de 2023, Rockstar realizó un anuncio de contenidos similar al de Peter Moore, aunque de manera menos impactante. A través de un tuit en X, se informó de manera bastante sobria que al mes siguiente se presentaría el primer tráiler de GTA 6. A pesar de la falta de exaltación en el tuit, este recibió una respuesta histórica en forma de «me gusta», y el primer tráiler superó las 140 millones de reproducciones en menos de una semana. Muchos de nosotros lo revisamos más veces de lo necesario para examinar cada detalle.
Aunque la filtración estaba controlada y planificada en términos cuantificables, el golpe de efecto, la sorpresa, como anuncio, fue muy distinto: el momento podría ser cualquier día. El contexto es que no hay contexto más allá de los 25 años de la saga, y ni siquiera fue el día del aniversario. Existe una fecha y un contenido. Poco más. Y no es que tengamos quejas sobre el contenido: el nuevo GTA luce impresionante. Sin embargo, tanto en el proceso como en el método, se perdió lo que hacía especial al E3. A cambio, la repercusión del tráiler fue monumental. Al menos, en internet.
Peter Moore supo elegir el momento adecuado, el lugar y la manera en 2006. Como mencionamos, ya había realizado una movida similar con Halo 2 antes de que el shooter de Bungie se convirtiera en una franquicia reconocida. Fue un anuncio de gran impacto y debía ser algo extraordinario. Ahora bien, ¿qué significaba lo de los patitos de goma al subirse las mangas? Esa fue una indirecta bastante directa dirigida a PlayStation.
El E3 se consideraba una feria donde debías darlo todo o ser eclipsado por los que venían después o estaban en el escenario contiguo. Por esa razón, Peter Moore no solo presumía de su tatuaje y del anuncio exclusivo de GTA IV, sino que recordaba que en PlayStation habían utilizado un video con patitos de goma para demostrar las capacidades físicas de la PS3. Es obvio que aquello no era tan impresionante como que el jefe de Xbox se tatuara el logotipo del videojuego más esperado (y sorprendente) del planeta y lo asegurara para su consola.
Ahora, nos quedamos sin E3. No de manera ocasional, ni en sentido figurado, sino de manera permanente. Nos privamos de esos momentos de competencia divertida entre todas las compañías participantes. Sin los eventos con sus anuncios épicos, sus momentos emotivos y, ¿por qué no decirlo?, sus partes más incómodas. Los tiempos cambian y hay métodos más eficientes. Sin embargo, una cosa está clara: en el proceso, nos quedamos con recuerdos imborrables. Algunos porque son inolvidables y otros en el sentido más literal de la expresión.