En la era digital, los videojuegos han emergido como una forma de entretenimiento dominante, superando incluso a la industria del cine en términos de ingresos. Sin embargo, en España, la industria del videojuego aún no goza del mismo reconocimiento y apoyo que el cine. Hoy indagamos las razones detrás de la reciente solicitud de un subsidio equiparable al de la industria cinematográfica, analizando el impacto cultural y económico de los videojuegos en comparación con el séptimo arte.
A medida que la tecnología continúa avanzando, los videojuegos se han convertido en una forma de expresión artística y narrativa que rivaliza con el cine. ¿Es justo que una industria con tanto potencial creativo y económico no reciba un respaldo similar? Los videojuegos no solo cumplen con los criterios del bono cultural, sino que también ofrecen una plataforma única para la innovación, la diversidad y la participación activa del público. Desde el auge de Estudios de desarrollo Indie hasta el éxito internacional de títulos españoles, como «Blasphemous» y «Gris», demuestran como la industria del videojuego español ha logrado destacarse a nivel mundial.
Según los expertos de la industria, desarrolladores de juegos y figuras clave en el ámbito cultural, el impacto que un subsidio equiparable al del cine podría tener en el crecimiento y la calidad de la producción de videojuegos en España podría marcar una gran diferencia. Además, otros países que han reconocido y respaldado activamente a sus industrias de videojuegos. Hoy indagaremos en la realidad actual de la industria del videojuego español, destacando por qué merece un lugar igualitario junto al cine en términos de subsidios culturales.
Evolución de la industria del videojuego en España
En los últimos años, la industria del videojuego en España ha experimentado un crecimiento vertiginoso, consolidándose como una de las principales opciones de entretenimiento audiovisual en el país. Con una facturación que se acerca a los 1800 millones de euros en 2021, abarcando ventas de accesorios, consolas y videojuegos, este sector ha demostrado ser un líder indiscutible en el mercado. Los videojuegos y los deportes electrónicos se han convertido en elementos clave de plataformas de entretenimiento.
Entre las empresas españolas que han dejado una huella destacada en la industria, Tequila Works se erige como un pilar fundamental, con títulos notables como Rime y Sexy Brutale que han capturado la atención y admiración de los aficionados. Mercury Steam, reconocida por su contribución a la serie Castlevania para Konami, se sitúa como otro referente, demostrando la calidad y relevancia de su trabajo.
Además, empresas más jóvenes como Novarama han emergido con fuerza, aportando al desarrollo de videojuegos para diversas plataformas, como el exitoso juego Invizimals. Este fenómeno no solo refleja la diversidad y calidad de la oferta de videojuegos en España, sino también el crecimiento continuo y la influencia perdurable de esta industria en constante evolución.
José María Moreno de AEVI, destacó un aumento significativo en la facturación, representando un crecimiento del 12,09% respecto al año anterior. Aunque las ventas físicas en tiendas experimentaron un descenso del 5,67%, las ventas online aumentaron notablemente en un 29,24%. El número total de jugadores en España se sitúa en 18,2 millones, con un leve aumento, y el tiempo dedicado a los videojuegos muestra una media de 7,42 horas semanales, un 8% menos que en el año precedente.
La sorprendente paradoja radica en que, a pesar de la disminución en ventas físicas y el tiempo dedicado, la facturación experimentó un notable incremento del 12,09%, una tendencia atribuible, en parte, a la inflación que afecta a los precios de los videojuegos y consolas, evidenciando la resiliencia del mercado ante las adversidades como la crisis de abastecimiento de semiconductores. Además, la euforia palpable entre los usuarios, incluso con el aumento de precios de las consolas, sugiere una saludable demanda en el sector de consumo, mientras se plantean interrogantes sobre el estado y desarrollo del sector creativo en España.
Una demanda unánime: Modificar la ley para impulsar el desarrollo del videojuego en España
La Asociación española de empresas productoras y desarrolladoras de videojuegos y software de entretenimiento (DEV) y la Asociación española de videojuegos (AEVI) han unido fuerzas para impulsar cambios significativos en la legislación fiscal. Su solicitud principal es la modificación de los artículos 36 y 39 de la Ley de Impuesto sobre Sociedades, buscando equiparar los incentivos fiscales del sector del videojuego con los ya existentes para la industria audiovisual, las artes escénicas y la música en vivo.
En un evento de presentación del ‘Informe sobre el impacto de Incentivos Fiscales en la industria del videojuego’, realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, se destacó la urgencia de estas medidas para potenciar el sector en España. La falta de deducciones fiscales podría obstaculizar el desarrollo de numerosas producciones en un mercado global altamente competitivo, según el secretario general de DEV, Antonio Fernández.
Lo cierto es que la demanda unánime para modificar la ley y potenciar el desarrollo del videojuego en España encuentra respaldo en diferentes sectores de la economía. Según los expertos una desgravación fiscal del 20% en el impuesto de sociedades, siguiendo el exitoso modelo del Reino Unido, podría ser un catalizador transformador para la industria. Multiplicando casi por cuatro la facturación proyectada para 2028, de 1.435 millones a 5.506 millones de euros, y generando un aumento del empleo en el sector que pasaría de 9.893 a 23.146 puestos de trabajo para el año 2030.
La situación actual sitúa a las empresas españolas de videojuegos en desventaja frente a competidores globales, ya que países europeos clave ya han implementado sistemas de incentivos fiscales exitosos. La ausencia de un marco similar en España podría resultar en la pérdida de proyectos y talento a favor de otras naciones. La modificación propuesta de la ley se presenta como una solución esencial para equilibrar la competencia y potenciar el desarrollo sostenible de la industria en el país.
El impacto económico y laboral: Proyecciones para la industria del videojuego
El informe reveló que la industria española de videojuegos alcanzó una facturación de 1.435 millones de euros en 2022, con una proyección de 3.403 millones para 2028, a menos que se implementen incentivos fiscales. Sin embargo, si se aplicaran estas medidas, se estima un aumento del 27,4%, superando los 5.000 millones de euros de facturación para 2028. Además, se destaca que la aplicación de incentivos fiscales podría más que duplicar el empleo en el sector en España hasta 2030, superando los 23.000 empleos para ese año.
El informe enfatiza la importancia de estas deducciones fiscales, señalando que ya se aplican con éxito en otras industrias culturales como la cinematográfica, las series audiovisuales y los espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. Asimismo, subraya que este marco fiscal se encuentra establecido en países líderes del sector como Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Estados Unidos.
En un consenso notable, los grupos políticos han respaldado la demanda del sector del videojuego español para modificar la legislación fiscal. La competencia global es un factor clave, y sin la deducción fiscal, muchas producciones podrían no llegar a materializarse en el país. Antonio Fernández, secretario general de DEV, destaca la urgencia de esta medida para mantener la competitividad del sector en el mercado internacional.
El informe resalta que las reducciones fiscales no solo no implicarían una disminución en la recaudación tributaria, sino que, por el contrario, se traducirían en un aumento directo del 2%. Además, se subraya el impacto positivo fiscal de los efectos indirectos e inducidos, incluyendo la reinversión en la industria y el consumo a proveedores, así como el impacto en salarios e ingresos vía renta.
En definitiva, la modificación propuesta no solo promete un crecimiento significativo en términos de inversión y captación de proyectos, sino también la generación de externalidades positivas que fortalecerán la posición de España en el mapa global de la industria del videojuego.