¿Alguna vez te ha pasado que vas caminando con tu taza de café recién hecho y, sin querer, lo derramas por el camino? ¿O qué al llegar a tu escritorio, ves que tu bebida se ha salpicado por toda la superficie? Si la respuesta es sí, no te preocupes, no eres el único. De hecho, este fenómeno tan cotidiano tiene una explicación científica.
Tal vez parezca algo sin relevancia y hasta lógico que un líquido como el café se derrame; sin embargo, existe una explicación científica que desarrollaron los físicos Mayer y Krechetnikov de la Universidad de California en Estados Unidos. Y la publicación de su artículo en 2012 en la revista Physical Review E. logró despertar el interés de la Agencia de Investigación Avanzada de Defensa. (DARPA)
3Física de los fluidos aplicados a una tasa de café
El movimiento del liquido en una taza es muy parecido al de un péndulo, sus frecuencias de oscilación dependen de la altura y el diámetro. Durante el estudio realizado por Mayer y Krechetnikov, descubrieron algo más. El ruido de nuestros pasos o las sacudidas de la taza influyen de manera decisiva en las oscilaciones del líquido, amplificando su balanceo y, finalmente, haciendo que rebose el recipiente.
Estas propiedades hacen que el café sea susceptible de formar ondas cuando se agita o se mueve. Las ondas son perturbaciones que se propagan a través de un medio, en este caso, el líquido. Las ondas tienen una amplitud, que es la altura máxima que alcanzan, y una frecuencia, que es el número de veces que se repiten en un intervalo de tiempo.