¿Quién no ha sentido alguna vez la sensación de frío que nos hace tiritar? Es una reacción natural del cuerpo que nos ayuda a mantener la temperatura corporal. Cuando hace frío, el cuerpo pierde calor más rápidamente de lo que lo produce.
Para compensar esta pérdida de calor, el cuerpo activa un mecanismo de defensa que consiste en la contracción y relajación muscular involuntaria. Estas contracciones musculares buscan generar calor para ayudar a mantener la temperatura corporal.
El frío es una sensación que experimentamos cuando la temperatura del ambiente es inferior a la de nuestro cuerpo. Para mantener nuestra temperatura corporal constante, alrededor de los 37 °C, el organismo tiene que activar una serie de mecanismos que le permitan generar o conservar el calor. Uno de estos mecanismos es el de tiritar o temblar.
4Otras razones aparte del frío por las que puedes tiritar
El tiritar no es un síntoma exclusivo de la perdida de temperatura, ya que existen otras causas que pueden provocar estos temblores involuntarios. Pueden ser un síntoma de algunas enfermedades.
Estas son las enfermedades pueden causar temblores como parte de sus síntomas, entre estos tenemos:
- Hipotiroidismo: El hipotiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea. La hormona tiroidea es importante para el metabolismo, y su deficiencia puede provocar una serie de síntomas, como temblores, fatiga, aumento de peso y estreñimiento.
- Enfermedad de Parkinson: La enfermedad de Parkinson es un trastorno del sistema nervioso que afecta al control muscular. Los temblores son uno de los síntomas más comunes de la enfermedad de Parkinson.
- Enfermedad de Alzheimer: La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo que afecta a la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los temblores son un síntoma común de la enfermedad de Alzheimer en las etapas avanzadas.
También puede ser provocado por un estado febril que es cuando la temperatura corporal se eleva por encima de lo normal, puede ser un síntoma de ansiedad o miedo, algunas enfermedades como el Parkinson o la enfermedad de Alzheimer, pueden causar temblores.
