En el corazón de Estados Unidos, existe un lugar mágico donde la Navidad nunca termina: Santa Claus, Indiana. Este encantador pueblo, tiene una historia tan peculiar como su nombre. En el siglo XIX, la comunidad decidió adoptar el nombre de «Santa Claus» después de que se rechazara el nombre original. Desde entonces, esta pequeña ciudad ha florecido con alegría navideña, convirtiéndose en un destino único que atrae a visitantes de todas partes.
La magia de Santa Claus, Indiana, se remonta a la década de 1930 con la apertura de la primera atracción turística, Santa’s Candy Castle. Pero la verdadera joya de la corona es el Holiday World, un parque temático que ofrece terrenos dedicados a diferentes festividades, un parque acuático y una impresionante colección de montañas rusas. Esta localidad no solo es hogar de entretenimiento festivo, sino que también alberga la oficina de correos oficial de Papá Noel, donde llegan miles de cartas dirigidas a él desde todos los rincones del mundo.
Sin embargo, la experiencia en Santa Claus va más allá de la Navidad. Los visitantes pueden seguir los pasos del Presidente Abraham Lincoln y disfrutar del aire libre en el Parque Estatal Lincoln, ofreciendo una mezcla única de historia, diversión y naturaleza en un solo lugar. Hoy te contamos todo lo que debes saber sobre este encantador pueblo de Indiana llamado Santa Claus, donde la felicidad navideña perdura en cada rincón durante todo el año.
2La curiosa historia del pueblo de Santa Claus
Adentrarse en la curiosa historia del pueblo de Santa Claus, Indiana, es como sumergirse en un cuento de Navidad que ha cobrado vida desde el siglo XIX. Originalmente llamado Santa Fee, el pueblo tuvo que cambiar su nombre cuando solicitó una oficina postal y se encontró con la similitud con Santa Fe, en Nuevo México. Fue entonces cuando, alrededor de una estufa en una Nochebuena, las puertas se abrieron de par en par y una niña exclamó «¡Es Santa Claus!», marcando el nacimiento de un nombre que perdura hasta hoy.
La evolución de Santa Claus, Indiana, se refleja en sus pintorescos detalles geográficos. Desde la avenida central llamada Bulevar Navidad hasta la principal urbanización, Christmas Lake Village, el pueblo lleva la esencia festiva en cada rincón. Su historia postal también añade un toque especial: inicialmente clasificada como de cuarta categoría, la oficina postal se convirtió en un imán de cartas de niños de todo el mundo, dirigidas a una casilla postal o simplemente a «Santa Claus, Polo Norte».
Detrás de esta correspondencia mágica se encuentra la duende en jefe, Pat Koch, de 86 años, quien lidera un equipo de unos 200 voluntarios para responder a cada carta con dedicación y cuidado. Esta curiosa historia, entre estufas, nombres cambiados y la alegría perpetua de la Navidad, hace de Santa Claus, Indiana, un rincón único donde la magia trasciende las páginas de los cuentos y se vive cada día del año.