Uno de los pueblos más bonitos para visitar en Navidad está a una hora de Madrid

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La magia de la Navidad se despliega en los pintorescos pueblos de la Comunidad de Madrid, alejados del bullicio de la capital, ofreciendo a los visitantes una experiencia única durante esta época del año. A tan solo una hora de Madrid, Navacerrada se erige como un destino perfecto para sumergirse en el encanto navideño.

Enclavado a tan solo una hora de Madrid, Navacerrada emerge como un pueblo lleno de magia y encanto, especialmente durante la temporada navideña. Este rincón en la Comunidad de Madrid se transforma en un escenario idílico, con calles cubiertas de nieve y un alumbrado navideño que crea una atmósfera única. Pero la magia no se limita solo a la Navidad; Navacerrada es un tesoro histórico y arquitectónico que invita a explorar sus rincones, desde la pintoresca Ermita de San Antonio hasta la emblemática Plaza de los Ángeles y la antigua Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora.

Hoy te contamos todo lo que puedes hacer en este pintoresco pueblo de Madrid si decides visitarle en Navidad,  la historia, la cultura y los tesoros ocultos que hacen de Navacerrada un destino casi obligatorio, perfecto para una escapada cercana a la naturaleza y la autenticidad de la Sierra de Guadarrama.

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La historia fascinante de Navacerrada

La historia fascinante de Navacerrada

El encantador pueblo de Navacerrada tiene sus raíces en una pequeña depresión repoblada por ganaderos segovianos después de la Reconquista. En el siglo XIII, Alfonso X El Sabio intentó resolver las disputas territoriales y tomó posesión de Navacerrada, incorporándolo al Real de Manzanares. La población, marcada por altibajos demográficos, experimentó una leve recuperación en el siglo XVIII, recibiendo el título de Villa en 1635.

El siglo XVII vio una disminución demográfica significativa, recuperándose a fines del siglo XX. En el siglo XIX, la población alcanzó los 302 habitantes, con la agricultura, ganadería y aprovechamiento forestal como principales medios de subsistencia.

El desarrollo en el siglo XX trajo el esquí a la Sierra de Guadarrama en 1904, la construcción del ferrocarril en 1923 y la aparición del Real Sanatorio de Guadarrama. Tras la Guerra Civil, Navacerrada se consolidó como un destino veraniego y de esquí, experimentando un aumento significativo de población en esos periodos vacacionales.