Este año, los mercados navideños europeos han dejado a muchos visitantes con la sensación de que la magia festiva viene acompañada de precios «escandalosos». Desde Budapest hasta Edimburgo, los mercados tradicionalmente acogedores se han convertido en focos de controversia debido a los elevados costos de los productos.
En la ciudad húngara de Budapest, coronada como el mejor mercado navideño de Europa en una encuesta reciente, los habitantes locales se enfrentan a precios exorbitantes, como los 21 euros por un simple perrito caliente. La crisis de los precios navideños se extiende por toda Europa, exacerbada por la inflación alimentaria que alcanzó casi el 20% en la Unión Europea a principios de este año.
En el Reino Unido, la situación no es diferente, ya que los mercados navideños se ganan el título de «infierno en la Tierra» debido a sus precios excesivos. Desde Edimburgo hasta Liverpool, los visitantes se encuentran desanimados por hamburguesas que alcanzan las 14 libras (16,20 euros) y vino caliente a 7 libras (8 euros). Incluso en Alemania, cuna de los mercados navideños, la tradición festiva no ha sido inmune a la inflación, con salchichas que ahora llegan a los 6 euros en el mercado de Fráncfort.
La subida de precios ha generado indignación entre los asistentes, quienes señalan a los organizadores como responsables, alegando que las tarifas exorbitantes por participar están afectando directamente a los propietarios de los puestos. La situación se complica aún más por la crisis económica, con salarios medios que apenas alcanzan para llegar a fin de mes. ¿Por qué, entonces, los mercados navideños son tan caros este año?
1Desafiando la tradición en Budapest: ¿Un mercado navideño inaccesible?
A pesar de la atmósfera festiva y las luces brillantes en la Basílica de San Esteban, la crisis del costo de la vida en Hungría se refleja en los elevados precios de las delicias locales. Con un tazón de goulash a 12 dólares, repollo relleno a 18 dólares y una salchicha con pan a 23 dólares, los mercados navideños se vuelven inaccesibles para muchos húngaros cuyos ingresos mensuales no superan los 900 dólares.
La situación ha generado sorpresa y descontento tanto entre locales como turistas. Los medios locales han comparado los precios en Budapest con los de ciudades más prósperas como Viena, encontrando que algunos platillos en la capital húngara son aún más costosos.
La inflación, que ha afectado a la economía húngara durante dos años, alcanzando más del 25% en 2023, se suma a los factores estacionales, contribuyendo a los altos costos de los alimentos en los mercados navideños. Aunque la tasa de crecimiento se ha ralentizado, los efectos persistentes de la inflación continúan afectando negativamente a los precios de los productos en este periodo festivo.