En este inicio de 2024, la Dirección General de Tráfico (DGT) proyecta sombras sobre miles de conductores en Madrid. La Ley de Cambio Climático, imponiendo su mandato ecológico, requiere que más de 50 ciudades españolas instauren zonas de bajas emisiones antes que finalice el 2023. En respuesta, Madrid se prepara para una transformación inminente, rediseñando su normativa de acceso vehicular y relegando a los coches sin distintivo ambiental fuera de la icónica M-30 a partir del presente año. Este anuncio, alineado con los objetivos medioambientales, plantea interrogantes sobre la capacidad de adaptación de los conductores ante las restricciones impuestas. En este artículo te contaremos cómo será la implementación de dicha normativa.
1El objetivo de la DGT: eliminar coches contaminantes de las grandes ciudades en 2050
La Ley 7/2021, impulsada por las autoridades de la DGT, establece la obligatoriedad de que todos los municipios de más de 50.000 habitantes y territorios insulares cuenten con planes de movilidad sostenible, alineados con sus respectivos planes de calidad del aire. Y fija el ambicioso objetivo de que, antes de 2050, las grandes ciudades y municipios dispongan de flotas de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO₂. Es decir, 100% eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno.
