No es precisamente un secreto de Estado que la música urbana es el género más importante del pop actual. Pero también es cierto que hay motivos para criticarla, y uno de ellos es la ineludible misoginia presente en parte de sus letras. Ese es uno de los motivos que hace tan atractiva la propuesta de La Cruz, un cantautor venezolano parte del colectivo LGTBQ que deja esta parte de su vida a la luz en su música.
Como lo acepta el mismo en su canal de Youtube la idea de un hombre cantando una canción de reguetón para otro puede ser incómoda para muchos, y seguramente suficiente para que algún productor se ponga nervioso. Pero eso es parte clave de su trabajo, lo que le da a su música algo de subversivo, no es que él lo intente, pero el género en el que trabaja aún no había recibido este electroshock.
Parece extraño de decir, pero solo ese detalle hace que algunas de sus canciones como ‘Easy Boy’ o ‘Quitarte la ropa’ sean algo revolucionarias. Esto no quiere decir que la identidad del artista sea el único motivo de escucharlo, es que Alfonso La Cruz, nombre completo del artista, tiene una capacidad de imprimir melodías y sonidos pegajosos al formato de la música urbana, escucharlo es divertido y fácil, no es especialmente complicado imaginar que empiece a sonar más seguido en las discotecas ahora que entra en la nueva etapa de su carrera.
Es que tras lanzar su primer disco en 2022, ‘Hawaira’ y permitirse usar 2023 para lanzar sencillos y hacer apariciones en medios de comunicación, todo apunta a qué 2024 será el año en el que su carrera termine de explotar. Su trabajo de hormiga, las noches de salir de otro trabajo a pasar un par de horas en el estudio y el deseo de expresarse a su manera en el género que eligió. Esa combinación le ha dado ya un espacio en la escena de la música urbana, pero es un espacio que está trabajando para que sea más grande.
UNA CARRERA QUE EMPEZÓ EN OPERACIÓN TRIUNFO
Es llamativo que, dado lo interesante que ha resultado la carrera del venezolano, La Cruz se haya dado a conocer en España con un breve paso por Operación Triunfo en 2018. Es que el artista fue eliminado en la primera gala de esa edición, pero afortunadamente esto no redujo sus ambiciones, por el contrario, hizo lo posible para seguir avanzando, algo que tiene en común con Lola Índigo, artista que se presentó como Mimi en la edición de 2017 y también fue eliminada en la primera gala.
Su crecimiento desde entonces, y su capacidad de adaptar su vida personal a su universo musical, le han servido para pasar lo que para otros ha sido un escollo definitivo. Su música ocupa un lugar único precisamente por su convicción de seguir creciendo, y de darse a conocer a su manera. Es una rebeldía natural que lo aparta de otros artistas ‘Perdedores’ del reality.
LA CRUZ Y LA NECESIDAD DE EXPRESIÓN EN EL POP
Como él mismo lo comenta, lo cierto es que no está pensando en romper moldes con su música. Es simplemente que el ser honesto consigo mismo lo pone en la situación de romperlos y construirlos de nuevo. Tampoco debería ser una sorpresa que la comunidad LGTBQ quiera exigir su espacio en el género clave de la música en español en este momento, después de todo, desde siempre lo que han pedido es su derecho a existir.
Pero de todos modos es importante que haya artistas como La Cruz. Que además él tenga este acercamiento con sentido del humor y con canciones profundamente pegajosas, es una mejor noticia para quienes sientan curiosidad de acercarse a su trabajo.