Que Bradley Cooper se haya vuelto uno de los directores de cine de «prestigio» de Hollywood ha sido una sorpresa. Que decide romper las convenciones estilísticas del género del biopic en la caótica ‘Maestro’, que protagoniza él mismo dándole vida al mítico compositor Leonard Bernstein. La cinta es un trabajo extraño, que, por un lado, apuesta por una historia de amor relativamente tradicional, para una relación que era cualquier otra cosa, pero que su edición, puesta en escena y montaje final muestran a un director dispuesto a la experimentación.
La cinta se siente como un punto intermedio, entre la anterior cinta de Cooper, ‘Ha nacido una estrella’, y cualquier locura próxima que tenga en la cabeza. Pero además es una cinta que lo encuentra bien apadrinado por la vieja guardia de Hollywood, de hecho la cinta la produjeron en conjunto Steven Spielberg, que tenía tiempo masticando la idea de dirigir un biopic de Bernstein, y Martin Scorsese, que parece haber notado algo especial en el ojo técnico del director.
Pero la cinta es además una apuesta importante para la casa productora. Netflix ha dejado ir a la mayoría de los grandes autores que contaban con el servicio para financiar sus ambiciones, pero se ha quedado con un par de ellos seguramente con la idea de llegar con buen pie a la temporada de premios, Cooper y David Fincher, cuya metódica ‘El Asesino’ es una gran película que seguramente será ignorada por la temporada de premios.
Pero seguramente ellos no esperaban dos decisiones clave de la cinta de Cooper. La puesta en escena de ‘Maestro’ es la más potente, saltando entre la identidad visual de los musicales de Bernstein, el blanco y negro y montajes que cuentan la historia, pero que bien pueden terminar por desorientar al espectador. La otra sorpresa es que aunque el largometraje muestra parte del proceso de producción de obras como ‘West Side Story’ o ‘Candide’ realmente está más preocupada por la relación de Bernstein con su esposa Felicia Montealegre, interpretada brillantemente por Carey Mulligan.
Mulligan aquí hace una actuación que en toda regla debería estar nominada al Oscar, y sería la favorita si no fuera porque Hollywood está agradeciendo a ‘Barbie’ su éxito en taquilla y seguramente premie a Margot Robbie. Lo cierto es que Mulligan se come la actuación de su compañero, y la cinta, entregando una actuación que acerca la cinta a las ambiciones de su director.
LOS COMPAÑEROS DE VIAJE DE COOPER
Pero la ventaja que tiene Cooper en su viaje es que se ha rodeado bien. Aunque la estructura en elipsis no es especialmente complicada, pocas figuras saben trabajar tan bien los diálogos realistas como Josh Singer, uno de los guionistas de ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ y ‘Spotlight’, esto le permite sobre todo a las peleas de la pareja tener un tono de realidad que sirve para contrarrestar con las ambiciones cercanas a la fantasía de ‘Maestro’.
Por otro lado, dado el juego de cambios de color y tamaño de las tomas, es bueno que la película tenga un genio en fotografía como Matthew Libatique acompañando a Cooper detrás de la cámara. Colaborador histórico de Darren Aronofsky que entiende del todo el juego de cámaras de su director y le permite ese montaje casi suicida que eleva una cinta relativamente simple a una pieza de cine de autor interesante, y que genera curiosidad sobre el futuro de su carrera detrás de la cámara.
LA COMPLICADA TEMPORADA DE PREMIOS DE ‘MAESTRO’ Y NETFLIX
Lo cierto es que la cinta no parece tener demasiadas posibilidades en la temporada de premios. Quizás en fotografía el pedigree de Libatique pueda darle algo de vida, pero en general todo apunta a que la carrera por el Óscar se dividirá entre ‘Oppenheimer’ y ‘Barbie’, dejando a varias cintas del nivel de ‘está ‘Maestro’ fuera de la carrera.
En cualquier caso, es una buena pieza para el catálogo de cine de autor de Netflix, que probablemente dejará de crecer en los próximos meses. La realidad es que todo apunta a que dejaran de invertir en cintas de este tipo, lo que es una lástima por lo complicado que es hacer una película como esta si se depende únicamente de los resultados en taquilla.
A eso se le puede sumar que si no consigue el prestigio que viene de la mano de ganar los grandes premios tendrá menos motivos para pagar por películas como ‘Maestro’. Es una mala noticia para los amantes del cine, aunque era de esperar de una productora que está buscando formas de hacer de sus producciones lo más rentables posible.