En el universo del rock clásico, las portadas de los álbumes han sido, desde siempre, un terreno fértil para la provocación y la rebeldía. A lo largo de seis décadas, estos registros visuales han desafiado normas sociales, desatado polémicas y, en ocasiones, han desencadenado verdaderos escándalos que han marcado la historia de la música.
En esta travesía por la memoria musical, hoy nos dedicamos a analizar el arte de tapa de discos icónicos que, en su momento, desafiaron límites y hoy en día, sin duda alguna, levantarían más de una ceja y estarían súper prohibidos. Desde el enfrentamiento frontal contra las moralidades de la época hasta la desafiante resistencia contra las estructuras eclesiásticas, estas portadas han dejado una huella imborrable en la estética del pop y el rock del siglo XX y XXI.
7Sticky Fingers de The Rolling Stones
«Sticky Fingers» de The Rolling Stones, lanzado en 1971, se convirtió en un clásico instantáneo del rock, pero su portada diseñada por Andy Warhol generó controversia y censura. La imagen destacaba por su carácter provocador, presentando un primer plano de un pantalón vaquero con una cremallera funcional que permitía tocar un bulto de ropa interior. Esta representación gráfica de la portada, además de su sugerente naturaleza, llevó a que la obra fuera prohibida en varios lugares y tiendas, ya que se consideró inapropiada y ofensiva.
La audacia de Warhol y The Rolling Stones al incorporar elementos tan explícitos y sugerentes contribuyó a la notoriedad del álbum, al tiempo que desencadenó debates sobre los límites de la expresión artística en la cultura de la década de 1970. La portada de «Sticky Fingers» se mantiene como un ícono en la historia del rock no solo por su música intemporal, sino también por desafiar las normas visuales de su tiempo.