En el universo del rock clásico, las portadas de los álbumes han sido, desde siempre, un terreno fértil para la provocación y la rebeldía. A lo largo de seis décadas, estos registros visuales han desafiado normas sociales, desatado polémicas y, en ocasiones, han desencadenado verdaderos escándalos que han marcado la historia de la música.
En esta travesía por la memoria musical, hoy nos dedicamos a analizar el arte de tapa de discos icónicos que, en su momento, desafiaron límites y hoy en día, sin duda alguna, levantarían más de una ceja y estarían súper prohibidos. Desde el enfrentamiento frontal contra las moralidades de la época hasta la desafiante resistencia contra las estructuras eclesiásticas, estas portadas han dejado una huella imborrable en la estética del pop y el rock del siglo XX y XXI.
6Back to the Shit de Millie Jackson
«Back to the Shit» de Millie Jackson, lanzado en 1989, se encontró en medio de la controversia y la prohibición debido a su portada explícita. La imagen, diseñada para provocar, presentaba a la reconocida cantante de soul y R&B en una pose irreverente y acompañada por un título que desafiaba las convenciones sociales.
La portada, además de su lenguaje provocador, incluía representaciones gráficas de excrementos, añadiendo un elemento visual audaz y descarado. Estos elementos combinados generaron una fuerte reacción de las autoridades y minoristas, lo que llevó a la prohibición de la portada en varios lugares. La obra de Millie Jackson, caracterizada por su estilo directo y sin tapujos, demostró una vez más su capacidad para desafiar las normas establecidas, tanto musical como visualmente, marcando así un capítulo distintivo en la historia de la música y la expresión artística.