Italia, tierra de historia, cultura y belleza sin igual, cuenta con una red ferroviaria bastante extensa que ofrece al viajero la oportunidad de descubrir algunos de sus destinos más cautivadores. En este artículo te damos algunas ideas de trayectos en tren por Italia, con los que podrás visitar y disfrutar de algunas de las ciudades más bonitas del mundo y, por qué no, degustar en cada lugar su exquisita gastronomía.
De la moderna Milán a la romántica Verona
Si te decides a pasar unos días en Milán, una buena opción desde allí es coger un tren para visitar la preciosa ciudad de Verona. Así pues, desde la estación central de Milán encontrarás trenes que te dejarán en Verona en menos de dos horas. Durante el trayecto, podrás disfrutar con el bonito paisaje de colinas ondulantes de la región de Lombardía y, al llegar, podrás sumergirte de lleno en esta encantadora ciudad, en la que encontrarás joyas como la Arena, un anfiteatro romano que hoy en día aún escenario de algunas representaciones de ópera, o la casa de Julieta, un palacio medieval en el que podrás ver el famoso balcón de la obra de Shakespeare Romeo y Julieta.
De la clásica Florencia a Bolonia, un festín cultural
Sin duda Florencia es una de las ciudades más bonitas de Italia gracias a sus preciosos palacios, su catedral y sus basílicas y como no, la imprescindible Galería Uffizi. No obstante, si tienes tiempo, una ciudad conectada a Florencia en tren y que vale la pena visitar, es la histórica y animada Bolonia. Este trayecto nos llevará a través de los campos de la Toscana, fuente de inspiración de grandes artistas. En Bolonia, famosa por su arquitectura medieval y su universidad, podrás darte un paseo por la Piazza Maggiore, con la fuente de Neptuno y la Basílica de San Petronio. En esta ciudad también podrás aprovechar para catar la deliciosa mortadela boloñesa o disfrutar de un buen plato de pasta con ragú.
De Nápoles a Sorrento, la costa amalfitana en tren
Si te decides a visitar Nápoles, vete preparado para vivir toda una experiencia. Así pues, se trata de una ciudad llena de tesoros artísticos e históricos, que se entremezclan con un ambiente un poco decadente y caótico. Es, sin duda, el mejor sitio para disfrutar de una auténtica experiencia italiana, incluida su gastronomía, especialmente las pizzas, que son impresionantes. Desde Nápoles puedes moverte fácilmente en tren (es un trayecto corto) hasta Sorrento, una ciudad de la costa amalfitana llena de encanto. Por el camino encontrarás bonitas vistas al Golfo de Nápoles y al imponente Vesubio. Este tren suele también hacer parada en Pompeya y Herculano. Por cierto, en Sorrento no dejes de probar su delicioso limoncello.
De Roma a Orvieto: un viaje entre viñedos
Si estás pasando unos días en Roma, y te queda algo de tiempo, te recomendamos hacer una pequeña escapada hasta la pintoresca ciudad de Orvieto. Durante aproximadamente una hora y media, el tren atraviesa los verdes paisajes de Umbría, ofreciendo vistas de extensas colinas de viñedos. Enclavada sobre una gran roca, nos encontraremos una pequeña ciudad de aire medieval con callejuelas adoquinadas y una imponente catedral. Un lugar ideal en el que poder relajarse y disfrutar de un largo paseo. También es famosa por sus excelentes vinos blancos, que podrás degustar en alguno de sus muchos restaurantes.
De Venecia a Trieste, un salto a la frontera
Si estas pasando unos días en Venecia, y estás un poco saturado de canales y góndolas (aunque seguramente eso no pase), puedes coger un tren hacia la interesante Trieste, una ciudad que, dada su ubicación estratégica en la frontera, reúne influencias italianas, eslavas y germánicas. Este trayecto, que dura entre dos y tres horas, cruza la región de Véneto y ofrece vistas a la laguna veneciana. Trieste, bañada por las aguas del Adriático, tiene rincones de gran belleza como la monumental Piazza Unità d’Italia, ubicada en el corazón de la ciudad, o el Castillo de Miramare, con sus jardines y vistas al mar. Muy cerca de Trieste se encuentra la Grotta Gigante, que, según dicen, es la cueva turística más grande del mundo.
Como puedes ver, recorrer Italia en tren es más que un desplazamiento entre ciudades; es una experiencia repleta de historias, sabores y paisajes. El tren se convierte en el hilo conductor de un viaje que revela la esencia misma de este país apasionante. Italia te espera con los brazos abiertos dispuesta a mostrarte lo que la hace única. ¡Buon viaggio!