Los desafíos ambientales de la COP28, una cumbre que congrega a setenta mil delegados de 198 países, se celebra en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, desde el pasado 12 de noviembre hasta el próximo 12 de diciembre. Este país, uno de los mayores productores mundiales de petróleo y gas, se convierte en el escenario paradójico para discutir y establecer una fecha clara para poner fin a los combustibles fósiles. Ante el telón de fondo de informes de la ONU que alertan sobre un aumento de las temperaturas globales entre 2,5 y 2,9 grados, el principal desafío de esta cumbre mundial del clima radica en la elaboración del primer balance global de emisiones de CO2.
Enfocándose en evaluar el grado de cumplimiento de los acuerdos de París, la COP28 busca debatir estrategias para reducir o eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles, incluyendo carbón, petróleo y gas. Mientras que la COP27 en Glasgow en 2021 destacó la descarbonización, esta edición pone especial atención en la problemática del petróleo y el gas. En este contexto, la cumbre se presenta como un punto crítico para definir el curso de acción necesario en la lucha contra el cambio climático y la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
Este año la COP28 se centrará en un tema crucial: el futuro de los combustibles fósiles. A pesar de las críticas generalizadas por tener a un CEO de una compañía petrolera liderando las negociaciones, se argumenta que la participación de la industria podría facilitar concesiones significativas en la necesidad de eliminar gradualmente el carbón, el petróleo y el gas.
Además la ausencia de líderes mundiales como Biden, suscita dudas sobre el compromiso político global, a pesar de los avances en acuerdos sobre energías renovables y eficiencia energética.
Aunque se han logrado progresos en áreas específicas, muchos sostienen que estos no son suficientes y subrayan la urgencia de erradicar los combustibles fósiles del modelo económico global. La elección de abordar este tema central en la conferencia revela un enfoque ambicioso, pero la crítica persistente y la falta de participación de líderes influyentes plantean desafíos significativos para lograr compromisos efectivos y decisivos en la lucha contra el cambio climático.
Los desafíos de la COP28 en plena crisis energética global
El principal desafío es superar las divisiones entre los grandes países respecto al esfuerzo necesario para limitar el aumento del calentamiento global por debajo de los 1,5ºC en este siglo. Sin embargo, las perspectivas no son optimistas y, de no lograr compromisos globales firmes, se estima que la temperatura atmosférica podría aumentar hasta 2,9ºC, un nivel considerado catastrófico para el medio ambiente, la biodiversidad y la salud humana.
A pesar de los avances desde el acuerdo de París en la COP21 de 2015, donde se preveía un aumento de 3,5ºC, los esfuerzos realizados han llevado las proyecciones a un máximo de 2,9ºC. Esto indica un progreso en los acuerdos internacionales, pero subraya la necesidad de ser mucho más ambiciosos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC.
Lo cierto es que la COP28 se vislumbra como la menos resolutiva, enfrentando desafíos complejos que oscurecen sus objetivos. La situación geopolítica, marcada por conflictos como Rusia-Ucrania e Israel-Hamás, así como la inestabilidad en Oriente Medio, amenazan con priorizar soluciones a estos problemas antes que abordar la crisis climática. De hecho los expertos señalan que la atención a estos conflictos puede desviar el enfoque de la cumbre.
Además, la conexión del país anfitrión, Dubái, y del presidente de la cumbre, también CEO de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi, suscitan preocupaciones. Para muchos este encuentro podría ser simplemente «un lavado de conciencia» sin resultados tangibles, dado el conflicto de intereses entre los objetivos climáticos y las actividades relacionadas con los combustibles fósiles.
Desafortunadamente todo parece indicar que el mundo no tomará medidas concretas hasta que los impactos directos de los movimientos migratorios causados por condiciones climáticas extremas afecten a los países.
«Mister Petróleo»: La explosiva polémica en COP28 sobre el papel de los combustibles fósiles
La designación del CEO de la petrolera estatal de los EAU, Adnoc, como presidente de la COP28, ha desencadenado una polémica en medio de la conferencia climática. Las palabras del sultán de Dubái, líder diplomático de los esfuerzos para reducir las emisiones, son consideradas «muy graves y absolutamente preocupantes» por el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien ha expresado su desacuerdo abiertamente.
Además, en un giro sorprendente de los acontecimientos, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore ha revelado cifras alarmantes sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de los EAU, aumentando un 7,5% en 2022, en comparación con el aumento global del 1,5%. Gore criticó también la elección del presidente de la conferencia y instó a los delegados a rechazar la inclusión de referencias a la captura de carbono en el texto final de la COP28, considerándola una tecnología aún en fase de investigación.
Y es que a pesar de los esfuerzos para mostrar activismo y contribuir financieramente a la financiación climática, la credibilidad de la presidencia se ve amenazada, y las demandas de dimisión para el presidente de la COP28, apodado «Mister Petróleo», aumentan. Mientras tanto en los laberintos de la Expo de Dubái, la COP28 se ve envuelta en una nueva polémica que ha dejado al presidente, en el ojo del huracán.
Y por si fuera poco, el Centre for Climate Reporting ha destapado un explosivo audio, grabado durante un evento online el 21 de noviembre, donde el emiratí Al Jaber, líder de la cumbre, soltó declaraciones impactantes. Entre ellas, una afirmación sorprendente: «no hay ninguna ciencia, ningún escenario, que afirme que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que nos llevará a limitar el calentamiento global a 1,5°», poniendo en entredicho los pilares científicos establecidos por el foro científico de la ONU sobre el clima.
Y para aumentar la tensión, Al Jaber desafió abiertamente a Mary Robinson, ex enviada especial de la ONU para el cambio climático, cuestionando la viabilidad de una «hoja de ruta» para la eliminación gradual de los combustibles fósiles. Con un tono desafiante, sugirió que tal propuesta podría conducir al mundo de vuelta a las cavernas, desencadenando así un enfrentamiento verbal en medio de los esfuerzos globales por abordar la crisis climática.
En resumen, es imperativo superar las controversias y las posibles influencias políticas y económicas que podrían socavar la efectividad de las acciones emprendidas en la COP28. La necesidad de forjar un futuro más resiliente y sostenible se destaca como un llamado urgente, donde la cooperación global y compromisos significativos son cruciales para abordar la crisis climática de manera efectiva.