El descarrilamiento de esta semana es un ejemplo más de los problemas del servicio de Cercanías Renfe en Madrid, más allá de quien esté a la cabeza del ministerio. Desde que Raquel Sánchez asume la cartera de transporte, el servicio no solo no ha visto mejoras, sino que hay un claro problema de puntualidad que parece haber empeorado en los últimos meses, y que se mantiene estas semanas con la llegada de Óscar Puente. De hecho, la situación ha empeorado en Madrid con cinco descarrilamientos en los últimos 11 meses, es decir, casi uno cada dos meses.
Aunque de momento ninguno haya sido trágico, los efectos sobre los ciudadanos se han limitado a algún moretón y heridas leves, no deja de ser una situación preocupante para los usuarios comunes de este servicio de Renfe. En una ciudad como Madrid, con tantos ciudadanos viviendo en los pueblos de la periferia, y en un momento en el que más usuarios usan el servicio que nunca gracias a los abonos gratuitos de cercanías y media distancia, una de las medidas de alivio aprobadas por el Gobierno y criticadas por el FMI.
Pero no deja de ser llamativo que esto ocurra tras el acuerdo entre el PSOE y ERC que contempla el traspaso del Rodalies, equivalente catalán de Cercanías, de Renfe a la Generalitat. No es la única comunidad que espera gestionar directamente este servicio en 2024, con el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, afirmando este martes que «en este primer trimestre» de 2024 se podría realizar el traspaso a Euskadi de la competencia de los trenes, una de las tres que quedan pendientes del Estatuto de Gernika.
Pero aún mientras la capital reclama por los problemas eternos del servicio en la capital, con Ayuso asegurando en redes que los madrileños son «rehenes de las averías y retrasos de Renfe», en redes tras el último descarrilamiento y apuntar contra el gobierno por la insuficiente inversión en el servicio no se ha planteado una decisión parecida. De hecho, parece ser el propio ministro Óscar Puente el interesado en no tener que gestionar los desastres permanentes de Renfe en los cercanías.
De hecho, la más reciente declaración del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible solo ha hablado de cercanías recientemente para mencionar la posibilidad de transferir el servicio y la responsabilidad del mismo a las comunidades autónomas. «Claro, si se rompe España por cederle las cercanías a Cataluña, pues no sé si se va a romper un poquito más si las cedemos a Andalucía, pues a lo mejor es que no se rompe, a lo mejor es que forma parte de una gestión descentralizada de país», dejaba caer Puente tras una declaración de un Juanma Moreno cansado de los problemas del servicio en su Comunidad.
«¿Se imaginan qué haríamos en Andalucía con los 6.000 millones de euros de financiación de los trenes de Cercanías?», explicaba Moreno antes que el PP andaluz apoyara una propuesta de Sumar en el parlamento autonómico para que se hiciera el traspaso de competencias.
EL PÚBLICO Y LAS COMUNIDADES EXPLOTAN CONTRA LA MALA GESTIÓN DE RENFE
Es que tampoco es una sorpresa que, más allá de los trabajadores preocupados por sus condiciones, el traspaso del Rodalies no haya sido precisamente lo más controvertido del acuerdo entre el PSOE y ERC. Es que incluso sin apoyar el nacionalismo, y mucho menos el independentismo, se puede entender quitarle a Renfe la gestión de un servicio que se interrumpe de golpe por varias horas sin ninguna explicación para el usuario. Incluso más allá de los en ocasiones incomprensibles fallos de puntualidad, la falta de transparencia son clave para entender la molestia de los usuarios.
La molestia en redes no es poca. Desde personas señalando su retraso para iniciar su jornada laboral y pasando por los videos de usuarios caminando por las vías tras la incidencia, tiene sentido que desde el Gobierno el servicio empiece a verse más como un lastre político, a pesar de ser clave en la red de las grandes ciudades.
¿PUEDE MADRID PEDIR EL SERVICIO DE CERCANÍAS?
Aunque de momento no lo ha hecho, ni va en línea de su posición política en cuanto a los servicios autonómicos, lo cierto es que poco a poco parece que Ayuso radicaliza aún más su discurso con respecto al Cercanías de Renfe. De hecho, mientras que el Ministro Óscar Puente mantiene silencio por los problemas de uno de los servicios más visibles de su cartera, el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha salido a pedir disculpas por los problemas del mismo.
«Toda mi comprensión y sobre todo disculpas a las personas afectadas por las incidencias en varias líneas de #Cercanías en Madrid», escribió en X, la red social antes llamada Twitter, tras la incidencia más reciente. De momento no ha presentado una solución desde la oposición, aunque sí va con la línea de su partido, podría ser él quien recomendará que se cediera la gestión de cercanías a la Comunidad de Madrid.
