El eterno debate entre las cápsulas de café y el café molido lleva años sobre la mesa. Pero lo cierto es que ambas opciones tienen sus pros y sus contras, y dependerá de cada persona decantarse por una u otra según sus necesidades y preferencias. Si bien es cierto que las cápsulas son más caras a largo plazo, también nos ofrecen rapidez, practicidad y un resultado uniforme taza tras taza. Por otro lado, usar café molido permite ahorrar dinero, ser más sostenible y tener mayor versatilidad con los distintos granos y mezclas. Ahora bien, ¿y si te dijéramos que puedes combinar ambas opciones para beneficiarte de lo mejor de los dos mundos? Existe una manera sencilla de poder seguir usando tu cafetera de cápsulas pero con café molido. En este artículo te contaremos cómo hacerlo. ¡No te lo pierdas!
7Tu paladar lo notará en el sabor y textura de la espuma
Esa frescura del café recién molido en casa se traduce directamente en tazas con mucho más cuerpo, complejidad de sabores y la espuma cremosa perfecta para cualquier amante de esta bebida. La explosión de matices en boca y el postgusto persistente son algo que las cápsulas de marca no pueden igualar por mucho marketing que hagan. Tu paladar te lo agradecerá después de cada sorbo.
