El eterno debate entre las cápsulas de café y el café molido lleva años sobre la mesa. Pero lo cierto es que ambas opciones tienen sus pros y sus contras, y dependerá de cada persona decantarse por una u otra según sus necesidades y preferencias. Si bien es cierto que las cápsulas son más caras a largo plazo, también nos ofrecen rapidez, practicidad y un resultado uniforme taza tras taza. Por otro lado, usar café molido permite ahorrar dinero, ser más sostenible y tener mayor versatilidad con los distintos granos y mezclas. Ahora bien, ¿y si te dijéramos que puedes combinar ambas opciones para beneficiarte de lo mejor de los dos mundos? Existe una manera sencilla de poder seguir usando tu cafetera de cápsulas pero con café molido. En este artículo te contaremos cómo hacerlo. ¡No te lo pierdas!
10Puedes mezclar origen y tostados para crear tus propios «coupage»
Al tener cafés de distintos orígenes y grado de tueste a tu disposición, se abre la interesante posibilidad de que emules a los maestros «cupper» y crees tus propias mezclas secretas ideales al gusto de toda la familia. Experimentar y fusionar granos de países productores diferentes para potenciar aromas y compensar amargos es casi un arte. Un 60% de un Colombiano lavado, un 30% de un natural Ethiopia y un 10% de un Tostado Oscuro Italo-Francés pueden ser la base de tu creación perfecta para las mañanas. ¡Deja volar tu imaginación!