Parece ser que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como COP28, no deja de dar de que hablar y no precisamente por los objetivos alcanzados. La realidad es que incluso los participantes consideraron que la edición del año pasado celebrada en Egipto, cuando aún eran solo 27 países, había sido decepcionante con los datos del último año, demostrando que en efecto no se ha avanzado lo suficiente en las metas planteadas el año pasado. A esto se le suma que los últimos dos años el evento se ha celebrado en países petroleros, y además algunos de los más intransigentes.
Saltar de Egipto a Dubai ha sido suficiente para recibir comentarios negativos de varias organizaciones ecologistas. No es para menos, Los Emiratos Árabes, de los que forma parte el país anfitrión, siguen siendo no solo un grupo de países exportadores de petróleo, sino que al formar parte de la OPEP también hacen parte del lobby que evita se aprueben legislaciones contra combustibles fósiles, y que insisten en que se sigan usando.
De hecho, en plena cumbre, el sultán Al Jaber fue grabado asegurando que no había pruebas de que los combustibles fósiles contribuyeran al cambio climático. En una cumbre en la que parte de los expertos señalaban el problema de seguir trabajando con la idea de mantener el cambio de temperatura en grado y medio, algo que parece ya inviable, las declaraciones del Sultán sirvieron para poner aún más en duda la utilidad real de estas cumbres internacionales realizadas de forma presencial.
A eso se puede sumar algunas de las imágenes vistas el año pasado en la COP27. Como la del presidente estadounidense Joe Biden, llegando al lugar de la conferencia acompañado de más de 30 coches de motor de combustión, o la presencia del venezolano Nicolás Maduro, uno de los dictadores más conocidos del mundo y uno de los principales promovedores del lobby petrolero global que además en ese momento no era reconocido por varios de los jefes de estado presentes en el país.
Son manchas constantes a un evento que ha perdido parte de su prestigio, básicamente por no ser capaz de cumplir con los objetivos esperados. Hasta el momento la temperatura global sigue subiendo, y ya ha tenido un efecto directo en el clima en buena parte de los países que forman parte de la conferencia, sin salir de España se puede notar tanto en la sequía como en los cambios de fecha para las épocas lluviosas, por lo que la COP27 y ahora la COP28 con cada vez más vistas como un gasto de dinero excesivo, y además como un foco de emisiones de CO2 innecesario.
LOS AVIONES PRIVADOS
Si hay un punto que suele aparecer en la discusión de las COP previas a la COP28, y en el que la edición de 2023 no es una excepción, es en los viajes privados a la conferencia. El mapa del día 30 de noviembre del portal Flightradar 24 es una muestra de los cientos de vuelos privados y de estado que usan los líderes globales para asistir a este tipo de conferencias.
El problema es que, mientras tanto, se pide a los ciudadanos que abandonen los vuelos de corta distancia y los remplacen por los trenes, un medio de transporte ciertamente menos contaminante. Al mismo tiempo es pedirle a los viajeros civiles que asuman un sacrificio que no hacen sus gobernantes, sobre todo en una cita internacional que, evaluando desde el resultado, podría realizarse por vía digital sin que fuese tan complicado y sin que cambiara los avances logrados a través de los acuerdos.
LA PRESENCIA DE EMPRESAS EN BUSCA DE ‘GREENWASHING’ ENSUCIA LA COP28
El otro punto señalado una y otra vez por las ONG y organizaciones medioambientales es la presencia de compañías contaminantes como parte del evento. La más llamativa de ellas es, por supuesto, Coca-Cola. La empresa de bebidas es también uno de los principales productores de plástico del mundo, y no ha cumplido con los acuerdos en cuanto a eliminación de plásticos que se han pedido a las empresas a través de esas conferencias. Su presencia en la COP27 fue suficientemente criticada que no han hecho grandes anuncios en esta COP28.
Pero las que de momento sí están presentes en esta edición del evento medioambiental también han sido señaladas anteriormente. Es que ni Amazon, ni Microsoft, ni HSBC pueden presumir de un buen registro climático como para ser considerados socios de la cumbre. De hecho, Iberdrola, una de las principales empresas energéticas de España, ha sido señalada por su relación directa con petroleras que la hace poco apta como patrocinadora, aunque prometan ser neutros en carbono para 2040.
