Shane MacGowan, el cantante y el alma de la banda irlandesa The Pogues, ha muerto a los 65 años, según ha informado a través de Instagram su esposa, Victoria Mary Clarke. «Shane, que siempre será la luz que me sostiene y la medida de mis sueños y el amor de mi vida».
«Se ha ido para estar con Jesús y María y su preciosa madre Teresa». Hacía años que la salud de MacGowan era frágil, víctima de los excesos y abusos de una vida que ardió sin mirar nunca atrás, escribiendo grandes canciones y dejando un legado artístico de primera magnitud con clásicos como Fairytale of New York, que cantó en 1987 con Kirsty MacColl.
Shane MacGowan, fanático de The Clash, formó The Pogues en 1982
«No hay forma de describir la pérdida que siento y la nostalgia por una más de sus sonrisas que iluminaron mi mundo», añade la mujer del músico en redes sociales, que concluye: «Vivirás en mi corazón para siempre».
Shane MacGowan había salido el 22 de noviembre del Hospital St. Vincent’s, en Dublín, luego de recibir tratamiento para una infección, por lo que «murió pacíficamente a las 3:30 con su esposa y su hermana a su lado», dice el comunicado publicado en redes sociales, en donde afirman que se le leyeron oraciones en sus últimos momentos de vida.
MacGowan, un autor que abordaba temas como la libertad de clase trabajadora, el amor o la vida en las calles
Su manera de escribir canciones quedará en nuestra memoria para siempre. Esa rica amalgama de influencias literarias, mitológicas y bíblicas que le convertían en un autor dotado de una aguda perspicacia al abordar temas como la libertad de clase trabajadora, el amor, la vida en las calles, la cultura irlandesa y la diáspora, todo con un enfoque poético y a menudo mordaz.
A los 17 años, su consumo de alcohol y drogas contribuyó a desencadenar un derrumbe mental y permaneció seis meses ingresado en un hospital psiquiátrico. Tras recuperarse, abrazó la erupción del punk en Londres a finales de los años 70′ y principios de los 80′. Atraído por la tendencia de fusionar músicas tradicionales de todo el mundo, Shane MacGowan empezó a vociferar baladas irlandesas sobre guitarras distorsionadas y montó su banda.
Entonces formó The Pogues en 1982, sin lugar a dudas una de las bandas más innovadoras e influyentes dentro del género del punk celta y la música folk-rock. El nombre Pogues proviene del término irlandés ‘pogue mahone’ que significa «bésame el trasero».
Nacido en Pembury el 25 de diciembre de 1957, MacGowan dejó una profunda huella en la música y la cultura irlandesa. A lo largo de su carrera, fusionó el punk con la música tradicional irlandesa y colaboró con reconocidos artistas. Su legado musical y su vida personal, marcada por problemas de salud y adicciones, han sido retratados en documentales. Su partida deja un gran vacío en la industria musical.
Debutaron en 1984 llamando la atención de la prensa musical británica
La banda publicó su álbum de debut en 1984, llamando la atención de la prensa musical británica con sus irreverentes letras sobre borracheras y peleas con inmigrantes irlandeses sin dinero en las calles de Londres.
Pero fue Un par de ojos marrones, de su segundo álbum (1985) Rum Sodomy & the Lash, producido por Elvis Costello, el que demostró el inmenso talento de MacGowan como compositor, una canción que allanó el camino para clásicos posteriores como A Rainy Night in Soho y Summer in Siam.
La banda, que más tarde acortó su nombre a The Pogues, publicó su álbum de debut en 1984, llamando la atención de la prensa musical británica con sus irreverentes letras sobre borracheras y peleas con inmigrantes irlandeses sin dinero en las calles de Londres.
Con sus pintas de una turba callejera, su consumo desaforado de alcohol y speedy su falta de respeto por el legado de siglos, resultaba imposible ignorarlos. Despreciados en un principio por los guardianes de la tradición, a estos no les quedó más remedio que acabar aceptando su propuesta, aunque renegaran de ella.
Se quedaron en Pogues y empezaron a realizar canciones que combinaban rebeldía, nostalgia, romanticismo y un bullicioso espíritu festivo. Hicieron algunas canciones buenas y otras muy buenas, pero aquel grupo extemporáneo que tocaba banjos, acordeones y flautas en la sofisticada época de la nueva ola y el pop de sintetizadores no tardaron en soltar como latigazos algunos himnos que rápidamente adquirieron la categoría de iconos inmortales para toda una generación.
If I Should Fall From Grace With God, probablemente su mejor canción
De hecho, podemos decir que hay títulos como If I Should Fall From Grace With God que puede referirse como la mejor canción de Shane MacGowan.
Este fue el primer tema de su tercer LP, producido por Steve Lillywhite, quizás el ejemplo más ajustado de las fortalezas del grupo y de la lírica prodigiosa de MacGowan, en un buen punto de su trayectoria entre la punkitud y la madurez.
Dirty Old Town (1985 – Rum, Sodomy & the Lash)
Esta versión del clásico de Ewan MacColl encapsula la esencia de The Pogues. Un tema melancólico y evocador que a pesar de haber sido escrito en referencia a la ciudad de Salford, una ciudad inglesa, es comúnmente asociada a Irlanda gracias a la magia que le imprimieron los de MacGowan.
En ella, el cantante está dispuesto a luchar por su amada, aunque eso signifique enfrentarse a la sociedad: ‘Voy a hacerme un hacha grande y afilada / Acero reluciente templado en el fuego / Te voy a talar como a un viejo árbol muerto’.
A pesar de la desolación en la ciudad, todavía hay calidez y humanidad en el amor de Shane por ella. La repetición de la canción de la línea ‘Ciudad vieja y sucia’ muestra un aprecio por la ciudad, a pesar de su exterior sombrío.