Cuando Björk compuso ‘Oral’ en 1997, Rosalía tenía apenas cinco años. Esa es la medida del puente que ambas cruzan en su nuevo sencillo, es que los años de diferencia entre ambas son también años de diferencia en cuanto a formas de entender el pop y de acercarse a la producción de un tema. La islandesa ha asegurado que buscaba una colaboradora que la obligara a conversar con el sonido de la música moderna, y ciertamente parece haberlo conseguido en la catalana.
Pero no deja de ser interesante seguir la intrahistoria de una canción que pasó más de 20 años archivada por la islandesa. Es cierto que al ubicar el contexto de la composición tampoco parece tan sorprendente. Aunque la canción hubiese tenido sentido como parte de ‘Homogenic’, un trabajo que sigue siendo el más accesible de Björk y ‘Vespertine’ su disco más íntimo y experimental hasta la fecha, y con ‘Dancer in the Dark’ de Lars von Trier de fondo. En ese contexto quizás no era lo mejor lanzar un tema pop de amor con aires de dancehall, sobre todo dado que la islandesa empezaba a despedirse permanentemente de la radio.
Al mismo tiempo, desde hace unos años la compositora ha seguido lanzando sus canciones de archivo como método para recaudar fondos para causas benéficas. De hecho, estos lanzamientos ya le habían permitido colaborar con Thom Yorke, mítico vocalista de Radiohead y The Smile y con Sjón, uno de sus discípulos islandeses, en ‘The comet song’, que además formaba parte de la banda sonora de la película finlandesa ‘Moomins and the Comet Chase’. Es una tradición que le permite tanto colaborar con algunos de sus artistas favoritos como ayudar a causas benéficas.
Tampoco debería sorprender que para Rosalía esto sea una oportunidad importante. Aunque no hay duda que la catalana es el motor comercial de ‘Oral’ es una oportunidad más para que pueda legitimarse con una generación anterior, y para seguir mostrando un eclecticismo importante en sus gustos musicales. Recordemos que sus colaboraciones incluyen nombres tan variados como James Blake, Wisin y Yandel, Billie Eilish o Travis Scott. Es una mezcla de estilos que también se evidencia en cada uno de los lanzamientos de la cantautora, que ha hecho de la transformación constante una de sus cartas de presentación.
Pero es cierto que el caso de Björk es especial. La catalana siempre la ha mencionado, junto a nombres como Camarón de la Isla o Héctor Lavoe, de hecho en 2022 durante una entrevista con Pitchfork agradeció a Dios por la existencia de la islandesa, asegurando que era una de las inspiraciones para su necesidad de transformación.
ROSALÍA SIGUE COQUETEANDO CON EL INGLÉS
La catalana sigue dando pistas de que una parte de su futuro no estará en nuestro idioma. ‘Oral’ es su segundo sencillo de 2023 en inglés, y el segundo donde se da la mano con una figura clave de la música anglosajona. El primero, ‘Lie Like You Love Me’ junto a Max Martin, productor de artistas como Pink o los Backstreet Boys, era un trabajo en spanglish donde se adapta al sonido del pop más chicloso sin despedirse de las influencias flamencas, apostando por construir el beat sobre las palmas.
Pero en la colaboración con Björk además se permite dominar la estética del lanzamiento, algo nada fácil al colaborar con una figura como la islandesa. El video es dirigido por Carlota Guerrero, encargada del diseño gráfico y las fotografías tanto de ‘El Malquerer’ como de ‘Motomami’ y ciertamente crea un cortometraje más cercano al universo visual de Rosalía que al de la islandesa.
EL FUTURO DE ROSALÍA Y BJÖRK ¿DISCOS EN 2024?
De momento 2024 pareciera un buen año para que ambas compositoras lancen nuevos trabajos de larga duración. Ya han pasado dos años desde el lanzamiento de ‘Motomami’, aunque la gira terminó apenas este año, por lo que hay curiosidad sobre la próxima reinvención de la artista. Ella ha dicho, ya alguna vez, que la idea detrás de cada disco viene de la necesidad de aprender sobre un género musical, por lo que es normal que se espere otro cambio.
Pero lo que puede sorprender es el productor que ha estado flotando últimamente alrededor de la cantautora: Rick Rubin. El mítico colaborador de los Red Hot Chili Peppers, Eminem y Adele la entrevistó en su podcast y dejó claro que le parecía interesante la idea de trabajar juntos, una combinación más que atractiva para los melómanos. De momento los sencillos lanzados después de ‘Motomami’ van del merengue al pop con detalles de indie, así que es un misterio.
Por su lado, Björk ha mantenido un ritmo de lanzamientos constante, pero ha pasado poco más de un año tras ‘Fossora’ su disco «bailable» de 2024. Visto así, es posible que aún haya que esperar algo de tiempo antes de un nuevo lanzamiento de larga duración.