Un reciente estudio del King’s College de Londres ha arrojado luz sobre los momentos óptimos del día para practicar el ayuno intermitente, desvelando datos intrigantes sobre la ventana de tiempo de alimentación.
En los últimos años, el ayuno intermitente ha ganado popularidad entre la población, siendo el método 16/8 uno de los más destacados. Sin embargo, un nuevo estudio del King’s College de Londres, presentado en la Conferencia Europea de Nutrición de Belgrado, ha explorado la otra cara del ayuno: el momento en que consumimos alimentos.
El ayuno intermitente implica alternar períodos de ayuno y alimentación. Entre los métodos populares se encuentra el 16/8, donde se come durante 8 horas y se ayuna durante 16. El estudio examinó la ventana de alimentación, centrándose en un ayuno de 14/10, con 14 horas de ayuno y 10 horas para comer.
El estudio y sus revelaciones
La investigación, realizada con 37,545 participantes mediante la aplicación de salud ZOE, consistió en una prueba de tres semanas.
Durante la primera semana, los participantes siguieron su dieta habitual, mientras que en las siguientes dos semanas limitaron la ingesta de alimentos a un periodo de 10 horas, siguiendo el método 14/10.
Tras el periodo de prueba, 36,231 participantes continuaron durante dos semanas adicionales. Aquellos con un periodo de alimentación más extenso antes del estudio y una consistencia continua en su ventana de alimentación experimentaron mayores beneficios del ayuno.
La Dra. Sarah Berry, autora principal, destaca la importancia del estudio: «Es realmente emocionante que los hallazgos muestren que no es necesario ser muy restrictivo para ver resultados positivos: un período de alimentación de solo diez horas, manejable para la mayoría de las personas, mejoró el estado del ánimo, los niveles de energía y la sensación de hambre de los participantes».
No obstante, aquellos que practicaban una restricción temporal inconsistente no experimentaron los mismos beneficios para la salud.
Importancia de las horas de consumo
Este estudio refuerza la idea de que las horas de consumo de alimentos importan. La Dra. Kate Bermingham, otra investigadora del estudio, subraya que «el impacto de los alimentos en la salud no es solo lo que se come, sino el momento en el que se elige consumirlos, y la ventana de alimentación sería un factor importante a tener en cuenta».
En resumen, este estudio respalda la noción de que no es necesario un enfoque estricto para obtener beneficios del ayuno intermitente y destaca la importancia de mantener una ventana de alimentación consistente para maximizar los efectos positivos para la salud.