Hasta no hace demasiado tiempo, la detección de fugas de agua era un problema muy serio. Muchas tuberías transcurren por las paredes y había que romperlas para ver por dónde se escapaba el agua.
Se comenzaba en la zona en la que surgía la humedad o salía el agua, con el fin de ir remontando por la tubería hasta que se daba con el problema. Así, esto suponía agujeros de varios metros y un destrozo enorme.
Métodos que no requieren romper las paredes
Por suerte, han surgido empresas como Detección de Fugas. En ellas, nos ofrecen un servicio que consiste en detectar fugas de agua sin romper nada, lo cual implica un ahorro de dinero enorme.
Cuando esta empresa da con la zona en la que se produce la fuga, el albañil solo tiene que hacer una pequeña cata para que acceda el fontanero. Suele bastar con unos pocos cm, lo que difiere mucho de los agujeros de varios metros que se hacían antes.
Así, la mano de obra del albañil y los materiales necesarios se reducen al mínimo. De hecho, con el dinero que nos ahorramos podemos pagar a la empresa que detecta la fuga y al fontanero que la arregla.
¿De qué manera se localizan las fugas?
En la detección de las fugas no se emplea ningún truco extraño, sino que las empresas que lo hacen usan la ciencia para facilitar la reparación de fugas de agua a los fontaneros.
Hay varios métodos, los cuales se emplean en función de la magnitud del escape y de dónde se produce este.
Mediante geófonos
El geófono es un accesorio muy útil a la hora de localizar las fugas de agua. Estas suelen hacer un sonido, en especial si son cuantiosas, el cual no se puede oír sin este aparato.
Con el geófono y unos cascos, los técnicos de Detección de Fugas consiguen escuchar el ruido del derrame. Así, lo que hace el geófono es amplificar este sonido hasta que es perceptible por el humano.
Los técnicos que se dedican a ello ya tienen el oído entrenado, por lo que con la ayuda del geófono saben la presión del agua, el material de la cañería y a qué profundidad está.
Con gas trazador
Otra de las técnicas que se emplean es la del gas trazador. Si la fuga es muy débil o no se consigue localizar con el geófono, se puede recurrir a este método.
Consiste en meter por la tubería una mezcla de nitrógeno e hidrógeno. Son gases inocuos que van a buscar la zona rota de la cañería para escaparse.
Eso es lo que consigue que se detecte la fuga, pues los técnicos emplean un sensor que lee la presencia de esos gases en las proporciones que se han usado al meterlos por la tubería. Esta proporción es diferente a la que tienen en la atmósfera y eso consigue que se distingan.
De ese modo, se da con la rotura enseguida y ya se puede llamar al albañil para que descubra la zona exacta, dejando el resto de la pared intacta.