La pensión de viudedad es una prestación pública que puede solicitar cualquier persona tras la muerte de su cónyuge o pareja de hecho. Se trata de una ayuda económica vitalicia que nace con el objetivo de proteger al superviviente, compensando la pérdida de ingresos que suele suponer el fallecimiento. Con más de 2,3 millones de beneficiarios, la mayoría mujeres debido a su mayor esperanza de vida, esta pensión cubre las necesidades básicas del hogar en el que antes entraban dos sueldos o pensiones. Su importe equivale al 52% de la base reguladora, aunque este porcentaje aumenta al 60% si el perceptor cumple ciertos requisitos como tener más de 65 años, no percibir otra pensión y no superar unos ingresos máximos anuales. A continuación te contaremos cuáles son los requisitos claves para poder cobrar esta pensión, aunque tengas más de 65 años.
8Percepción de la prestación
La pensión de viudedad empieza a devengarse a partir del día siguiente al del fallecimiento del causante, siempre que se solicite dentro del plazo establecido. Por lo tanto, esta prestación no tiene carácter retroactivo y no genera el derecho a cobrar pensiones atrasadas. Una vez reconocida, se percibirá los días 5 de cada mes vencido y se cobra directamente por la persona beneficiaria. No obstante, cabe la posibilidad excepcional de pagar la pensión de viudedad a favor de los hijos cuando el perceptor no puede administrarla. El derecho al cobro se mantiene de por vida, mientras no se modifique o extinga esa situación por alguna de las causas reguladas legalmente para ello. Y a partir de los 65 años, si se cumplen los requisitos adicionales, se eleva del 52% al 60%.