La curiosa historia del garbanzo en España

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En los meses de frío, el garbanzo se convierte en el rey de la mesa de toda España; y, entre potajes, cocidos y guisos, no hay quien se resista a comerlos. Y es que la historia de amor entre los garbanzos y los españoles es de vieja data, y si de algo puedes estar seguro es de que, si en días fríos es infaltable en la mesa, incluso en los días más calurosos, acompaña también con deliciosas preparaciones frías. 

¿Quién no cae rendido en verano ante una rica ensalada?, o, ¿cómo resistirse al más delicioso hummus? Sea como sea, este alimento del cielo es compañero fiel de la gastronomía española, y es de hecho un emblema de la misma. Pero, ¿Conoces la historia de este alimento y la pasión que desata? ¡Descúbrela!

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Descubre los tipos de garbanzo que se producen en España

La curiosa historia del garbanzo en España

En España se producen más de 40 variedades de garbanzos, pero las más habituales son las siguientes:

Garbanzo Pedrosillano: Es una variedad de origen salmantino, con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Se caracteriza por su tamaño pequeño, su forma esférica y su piel fina. Es una variedad muy apreciada por su sabor y textura.

Garbanzo lechoso: Estamos frente a uno de origen andaluz, con Denominación de Origen Protegida (DOP). Se caracteriza por su color blanco cremoso, su forma alargada y su piel fina. Es una variedad muy versátil, que se puede utilizar en diferentes platos, como cocidos, ensaladas o cremas.

Garbanzo castellano: Esta variedad es de origen castellano-leonés y se caracteriza por su tamaño medio, su forma redondeada y su piel fina. Es una variedad muy popular, que se utiliza en una gran variedad de platos.

Garbanzo Alcazaba: Es una variedad de origen andaluz. Se caracteriza por su tamaño grande, su forma alargada y su piel fina. Es una variedad muy sabrosa, que se utiliza en platos tradicionales como el cocido andaluz.

Garbanzo de Fuentesaúco: De origen zamorano y con Denominación de Origen Protegida (DOP), este se caracteriza por su tamaño medio, su forma redonda y su piel lisa. Es una variedad muy cremosa, que se utiliza en platos como el cocido maragato o el potaje de garbanzos con espinacas.

Además de estas variedades, en España también se producen otras como el garbanzo Fardón, el garbanzo Pico Pardal, el garbanzo Puchero y el garbanzo Bujeo.