Cada vez que hay una crisis económica, los países es normal ver un comentario del Fondo Monetario Internacional (FMI). La institución, una pieza clave del sistema económico internacional, ha recibido críticas potentes de varias figuras políticas, pero incluso así es una buena idea prestar atención cuando deciden dar su opinión sobre alguna situación puntual, como ha sido el caso de las declaraciones más recientes de su directora, Kristalina Georgieva.
Georgieva ha instado a los gobiernos de España, Francia e Italia, donde han aumentado de forma significativa los niveles de deuda y déficit, a «abrocharse ya el cinturón» e implementar ajustes presupuestarios, incluyendo el final de las medidas introducidas para aliviar el alza del coste de la vida.
«Tienen que abrocharse el cinturón ya y proceder a hacer ajustes presupuestarios», insta la economista búlgara en una entrevista con el diario ‘El Mundo’, donde recomienda al conjunto de las economías avanzadas de Europa «ajustes fiscales más significativos». De hecho, ha subrayado en especial las medidas tomadas en España para aligerar el efecto de la inflación en los ciudadanos.
Es que la búlgara ha asegurado que aunque España puede reducir de forma significativa el déficit, para ello necesita dejar de promover «medidas de alivio», como los subsidios para el transporte o las ayudas de alquiler pensadas para mantener el consumo. El problema es que estas medidas no solo son prioridad para Yolanda Díaz y su partido, sino que además varios de ellos están incluso en el acuerdo de gobierno firmado entre Sumar y el PSOE. Esto hace que aun con una figura moderada en el ministerio de economía como lo es Nadia Calviño varias de las decisiones que recomienda la directora del FMI no lleguen siquiera al debate.
De todos modos es un aviso que deben escuchar tanto gobernantes como ciudadanos. La crisis puede mostrar su peor cara en 2024 y si desde el estado no se toman medidas hay algunas que asumir desde casa. Al mismo tiempo, es normal que desde el gobierno se quieran proteger medidas que se han usado como bandera desde la crisis disparada por la pandemia, y que se han mantenido debido a la inflación empujada por la guerra en Ucrania.
Es algo que, según Georgieva diferencia la situación europea de la norteamericana, teniendo en cuenta el mayor impacto en la UE de la guerra en Ucrania a través del canal energético y ante el reto demográfico para unos mercados laborales muy justos de personal, la economista búlgara subraya que «Europa necesita determinación para llevar a cabo reformas estructurales que reactiven el crecimiento».
OTROS DOS PAÍSES EN EL PUNTO DE MIRA DEL FMI
Más allá de lo que se decida en España, es bueno recordar que no es el único país señalado en las declaraciones de la directora de la institución internacional. Francia e Italia también aparecen en la conversación, pero allí es posible que las advertencias lleguen a oídos más atentos. En ambos casos ideológicamente hay mayor cercanía con el FMI que en un gobierno especialmente político e ideológico, como lo ha anunciado Pedro Sánchez, y como lo demuestra su elección de ministros y la disposición a aceptar estas medidas en los acuerdos firmados tanto con Sumar como con ERC.
De todos será llamativo saber si de verdad se atreven a cortar con todas sus ‘medidas de alivio’. Dado que en toda Europa hay problemas serios en cuanto a inflación y que estos pueden mantenerse a largo plazo, sobre todo ahora que desde Países Bajos se defiende retirar el apoyo de la UE a Ucrania, tampoco sería extraño que entre los 27 haya diferencias en cuanto al tipo de medidas que aplicar para enfrentar sus efectos económicos, tanto a nivel nacional como continental.
UN FMI QUE ESCUCHA A CALVIÑO
Pero si España tiene algo que les permita seguir teniendo una buena relación con el Fondo Monetario Internacional, es que la actual ministra de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño. Desde hace tiempo es una figura de peso en estas instituciones, lo que la hace un nombre extraño en el plan del actual gobierno.
Hace un par de semanas La Junta Ejecutiva del FMI, siguiendo las orientaciones del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), ha aprobado una propuesta que contempla un aumento del 50% de las cuotas asignadas a los miembros en proporción a sus cuotas actuales y que será considerada por la Junta de Gobernadores para concluir la Decimosexta Revisión General de Cuotas
En este sentido, la institución destacó que la propuesta sigue las orientaciones realizadas el pasado mes de octubre por el CMFI, el principal órgano asesor del Fondo, que lidera Calviño, que apoyaba un aumento significativo de las cuotas que por lo menos mantenga la actual dotación de recursos del FMI.