El Black Friday se enfrenta nuevamente a la sombre de una inflación. En un año marcado por la persistente sombra de la inflación, los hogares españoles se preparan para desafiar las adversidades económicas y liberar sus billeteras durante el Black Friday. Recientes estudios estiman que cada hogar destinará hasta 284 euros a las tentadoras ofertas de este evento, representando un audaz aumento del 35% en comparación con el año anterior.
Aunque el contexto de elevada inflación no pasa desapercibido, la mayoría de los consumidores planea contrarrestar este incremento en el gasto mediante una estrategia peculiar: reducir sus consumos en las semanas previas a la esperada jornada de descuentos. Este enfoque cauteloso se manifiesta como una tendencia especialmente marcada entre los Millennials y la Generación X, con proyecciones de gasto alcanzando los 285 y 296 euros respectivamente, revelando su lealtad al fervor consumista del Black Friday.
El ahorro previo se convierte en una táctica predominante, ya que la mayoría de los españoles tienen la intención de abstenerse de realizar gastos en los días previos a esta época de consumo masivo. Sectores como la moda, hostelería y cultura sufrirán las consecuencias de esta pausa, con un notorio descenso en la inversión según las franjas salariales y preferencias individuales.
A pesar de este enfoque austero en las semanas previas, las categorías estrella que capturan la atención de los consumidores durante el Black Friday son la moda y la tecnología, representando el 60% de las preferencias. La moda se presenta como un punto fuerte, especialmente entre las mujeres, mientras que el atractivo de la tecnología se traduce en un 70% de los hombres considerando invertir en productos tecnológicos, con un énfasis particular en electrodomésticos.
En medio de la vorágine de ofertas y descuentos, el comercio electrónico se erige como el canal de compra predilecto para el 52% de los consumidores pertenecientes a las generaciones Millennials y X. Sin embargo, entre los jóvenes de 18 a 24 años, el 44% prefiere realizar búsquedas en línea pero concluir sus compras en tiendas físicas, subrayando la persistencia del valor de la experiencia de compra presencial.
A medida que los consumidores exploran opciones más sostenibles y económicamente conscientes, el mercado de segunda mano emerge como una alternativa intrigante al Black Friday para el 68% de los encuestados. La sostenibilidad y el ahorro, con reducción del impacto ambiental y precios más competitivos, respectivamente, impulsan esta tendencia en auge.
En resumen, el Black Friday se posiciona como el héroe inesperado que rescata al consumo de las garras de la inflación, promoviendo un equilibrio entre el deleite de las compras y la responsabilidad financiera en un panorama económico desafiante.
Black Friday: Desafiando la inflación y generando oportunidades de empleo
Este año, el Black Friday se enfrenta a la doble presión de los crecientes precios y el encarecimiento del dinero, lo que afectará significativamente al tradicional impulso de compras. La campaña, que se inicia el 24 de noviembre con el esperado viernes negro y se extiende hasta el Cyber Monday el 27 de noviembre, se presenta en un contexto económico desafiante.
Un estudio de Randstad Research revela una caída del 11.7% en las contrataciones para esta temporada, generando solo 25.000 empleos. Sin embargo, algunas comunidades autónomas, como Baleares, Canarias y Cantabria, logran mantener tasas de contratación positivas.
El impacto de la inflación también se hace sentir en las intenciones de compra durante el Black Friday. Según los expertos, 7 de cada 10 españoles han postergado gastos debido a los precios, lo que podría influir en la tradicional búsqueda de caprichos con descuentos extras, especialmente en productos tecnológicos.
A pesar de estos desafíos, el Black Friday sigue siendo una oportunidad para generar empleo. En las próximas semanas, las empresas de logística buscarán perfiles como empaquetadores, carretilleros, mozos de almacén y transportistas, mientras que el sector del comercio reforzará sus plantillas con dependientes, azafatos y perfiles comerciales.
Explorando el Black Friday: Tendencias de compras que resisten las presiones económicas
En medio de un contexto económico complejo y marcado por la inflación, los consumidores se enfrentan a un Black Friday que busca avivar el entusiasmo por las compras, anticipando así los regalos navideños. Los sectores económicos del país, reconocen abiertamente la creciente importancia de esta campaña de descuentos, que ha evolucionado desde sus inicios como un fenómeno de fin de semana en Estados Unidos hasta convertirse en una extensa celebración que abarca no solo el comercio, sino también servicios, viajes, restaurantes, banca y ocio.
Este último fin de semana de noviembre, que los sectores económicos consideran uno de los de mayor facturación y afluencia en las tiendas, se proyecta como un adelanto significativo de las ventas navideñas, representando entre un cuarto y un tercio de las mismas.
A pesar de las expectativas positivas, los consumidores muestran cierta contención en el gasto durante este inicio de la temporada de descuentos. Diversas estimaciones sitúan el gasto medio por hogar en alrededor de 284 euros, mientras que la compra media online podría alcanzar los 162 euros, con un aumento del 20% respecto al año anterior.
En cuanto a las preferencias de compra, la electrónica y la moda vuelven a destacar como los artículos más demandados, superando a productos como cosméticos, perfumería, ocio y viajes. Un dato interesante es la incursión de productos reutilizados en la campaña, con ocho de cada diez consumidores considerando esta opción principalmente por su precio más asequible.
Las compras digitales lideran el mercado durante este Black Friday, con edades comprendidas entre los 35 y 54 años destacando como el perfil predominante. Sin embargo, la cara más oscura de este evento se presenta en forma de estafas y ciberataques. Se espera un aumento superior al 50% en ciberataques este año, según las autoridades, con un impacto económico significativo representando un 2% del total de las ventas de la campaña.
Aunque las preocupaciones de seguridad digital persisten, el Black Friday también impulsa oportunidades laborales, especialmente en el sector logístico, que experimentará un aumento del 40% en ofertas de trabajo, según Adecco. La logística y distribución se posicionan como las subcategorías más dinámicas, registrando un aumento en las vacantes respecto al año anterior. Con optimismo en el terreno laboral, se espera que el número de afiliados a la seguridad social durante las campañas de descuentos alcance los 1.070.000 trabajadores, marcando un aumento del 4.6% respecto al año anterior.
En resumen, el Black Friday no solo promete descuentos atractivos, sino que también impulsa la economía y el empleo en el tramo final del año.