El parón de selecciones de este mes de noviembre ha sido un golpe mayúsculo, literalmente, para la mayor parte de los clubes, tanto europeos como los de la Liga española. Y es que la plaga de lesiones de jugadores que ha habido se han contado por mayoría.
De hecho, y aunque se viene hablando tiempo atrás, ya se está cuestionando muchísimo la carga de compromisos internacionales de los combinados nacionales. Entre el martes y el miércoles se jugarán 14 partidos más entre clasificaciones para los grandes torneos que llegarán pronto y algunos amistosos, algo que hace que los clubes crucen los dedos para que sus jugadores lleguen sanos a sus disciplinas.
Porque un futbolista, sea cual sea el nivel en el que juega, está altamente expuesto a lesiones. La velocidad, la potencia, los saltos y los exigentes cambios de dirección durante el juego le obligan a absorber cargas de alto impacto, especialmente en las rodillas, los pies y la pelvis. Dependiendo de la gravedad, una lesión puede alejar al deportista del campo de juego durante unos días, una temporada o incluso para siempre.
El parón de selecciones se ceba con buena parte de los clubes europeos
En un momento en el que los futbolistas se someten a una excesiva carga de partidos, las lesiones aparecen continuamente afectando a la salud de los jugadores.
Pero también sabemos que no es la primera vez que ocurre esta temporada. El primer parón de septiembre provocó las lesiones de atacantes de la selección española como Marco Asensio, Dani Olmo y Nico Williams. Jugadores de la Liga como Youssouf Sabaly, lateral del Betis, Luca de la Torre, volante del Celta, y Rodrigo de Paul, del Atlético de Madrid regresaron con problemas físicos. Ilkay Gundogan sufrió una caída dolorosa con la espalda que finalmente quedó en un susto.
«Ha sido un accidente. Venía de descansar por tarjetas la última jornada. Estamos en noviembre y apenas hemos llegado a la mitad de la temporada», explicaba De la Fuente al acabar el partido sobre por qué no había reservado a Gavi (el jugador del Barcelona también cayó lesionado de gravedad). Pero, ¿cuáles han sido las lesiones más graves de la historia del fútbol?
Juninho vs Míchel Salgado (Celta – Atlético de Madrid, 1997/98)
Juninho Paulista pasó como una estrella fugaz por el Atlético de Madrid. Una grave lesión en Balaídos por una dura entrada por detrás de Míchel Salgado le impidió volver a ser el mismo. Tras sufrir una fractura de peroné, lo primero que preguntó fue:
«Doctor, ¿y el Mundial?» El brasileño rebajó de cinco a tres meses su tiempo de baja, pero el propio jugador admitió que no recuperó su mejor nivel hasta al cabo de dos años. Por aquel entonces ya había pasado la oportunidad de triunfar en el Atlético de Madrid… y se quedó sin Mundial de Francia. Míchel Salgado no vio ni amarilla.
Maradona vs Goikoetxea (Barça – Athletic, 1983/84)
El día de la Mercè de 1981 (24 de septiembre) es una fecha marcada para el barcelonismo. Andoni Goikoetxea mandó al quirófano a Diego Armando Maradona dos años después de lesionar de gravedad a Bernd Schuster (estuvo casi un año fuera)
Sin opción de luchar por el balón y con los tacos por delante, se cargó el tobillo izquierdo del ‘Pelusa’. Finalmente fue menos grave de lo esperado. Estuvo tres meses y medio sin poder jugar. Pero la imagen del ‘10’ retorciéndose de dolor en el verde quedará para siempre.
Busst vs Irwin (Coventry City-Manchester United, 1996)
La de David Busst es una de esas lesiones que, aquellos que la vieron, no podrán olvidar jamás. El jugador del Coventry City sufrió en la temporada 1995-1996 múltiples fracturas de tibia y peroné en un desafortunado incidente con Denis Irwin, jugador del Manchester United.
Tuvo que ser operado 10 veces en 12 días y tuvo una grave infección por estafilococos. Le retiraron del fútbol las infecciones, ya que tuvo que pasar por el quirófano un total de 26 veces.
Keane – Haaland (Manchester United – Manchester City, 2001)
Hacía un tiempo que los derbis de Manchester vivían una rivalidad interna. Roy Keane estuvo diez meses en el dique seco al crujirse su rodilla cuando intentó dar una patada por detrás a Alf-Inge Haaland. Era 1997 y el noruego jugaba en el Leeds.
No tuvo la culpa en esa acción, aunque siempre tuvo sus más y sus menos con el capitán del United… hasta que le hizo pagar todos ese tiempo sin poder jugar. Una entrada desproporcionada cuatro años después terminó con la carrera de Haaland, curiosamente padre de Erling Haaland, actual futbolista del Manchester City.
André Gomes vs Heu Mi Son (Everton-Tottenham, 2019)
Cuando Heu-Min Son vio la gravedad de la entrada que le hizo a André Gomes, su primera reacción fue echarse las manos a la cabeza y llorar. Sin querer le había partido el tobillo al jugador del Everton. Una de las peores lesiones de los últimos años en el fútbol.
El exjugador del Barcelona tuvo una larga y dura recuperación: «No voy a mentir. Durante este período, tuve momentos realmente malos. No puedo decir que no tuve dolor o que no tenía el pie bloqueado como una roca. Tuve días así, pero quería volver con el equipo lo antes posible». Regresó a los terrenos de juego 112 días después.