World Vision lanza la iniciativa ‘Suficiente’ para acabar con el hambre y la desnutrición infantil, un problema que provoca que el 45% de las muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo.
World Vision trabaja en 100 países para proporcionar alimentos o los medios para comprarlos y otros servicios vitales en respuesta a catástrofes, conflictos y hambrunas. Las comunidades locales se asocian con la ONG para identificar a las familias vulnerables, compartir comidas y abogar por sistemas alimentarios más justos, nutritivos y sostenibles.
La organización realiza un gasto de más de 900 millones de euros para ayudar a 22 millones de personas en 28 países, pero considera que «no es suficiente» y se ha comprometido a aportar con su nueva campaña 3.120 millones en los próximos tres años para acabar con el hambre y la malnutrición infantil.
Según un estudio de Ipsos realizado para la ONG en 16 países, cuatro de cada diez (37%) padres/tutores afirman que sus hijos no reciben los nutrientes adecuados que necesitan a diario, y el 21% afirma que sus hijos se han ido a la cama con hambre en los últimos 30 días. Además, casi la mitad (46%) de los adultos de todo el mundo afirman haberse preocupado por encontrar dinero para comprar alimentos en los últimos 30 días, porcentaje que se eleva al 77% en los países de renta baja.
Seis de cada diez (59%) progenitores/tutores están muy preocupados por el hambre y la malnutrición infantil en su familia, especialmente en los de países de renta baja (73%). Además, se percibe que el problema está empeorando en comparación con hace cinco años, tanto en la propia comunidad (60%) como en el propio país (65%), pero, sobre todo, a nivel mundial (71%).
Entre quienes ven a diario como un niño o niña se va a la cama con hambre, las principales causas del hambre en su familia son la inflación y el coste de la vida (46%), los bajos ingresos familiares (39%) y la falta de atención de los gobiernos para acabar con el hambre (25%).
«En el mundo hay alimentos suficientes para todos. Sin embargo, gran parte se tira a la basura, mientras millones de niños y niñas siguen soportando el dolor del hambre y la desnutrición», ha añadido Andrew Morley. «Los resultados de esta investigación muestran la alarmante realidad a la que se enfrentan millones de niños y niñas en todo el mundo».
En la actualidad, se desperdicia un total de 7,7 millones de toneladas de alimentos anuales solo en España. «En 2015, los líderes gubernamentales mundiales se unieron para establecer objetivos de nutrición, pero no invirtieron en ellos. Hoy, cientos de millones de niños y niñas padecen enfermedades curables, tienen bajo peso, retraso en el crecimiento, emaciación, anemia y sobrepeso. A medida que las crisis mundiales disparan el hambre, también se dispara el número de niños que sufren malnutrición», ha explicado Morley.
«Todos tenemos la responsabilidad de acabar con el hambre en el mundo. Ya hemos tenido suficiente, y si los gobiernos, los ciudadanos, las empresas y las ONG colaboran, podemos trabajar más rápidamente para acabar con el hambre y la malnutrición infantil» ha concluido Andrew Morle.