Una buena comunicación es fundamental para el éxito de cualquier relación. Los mensajes de texto pueden dar pistas importantes sobre la salud de una relación, ya que reflejan cómo se comunica realmente la pareja el uno con el otro. Prestar atención a posibles red flags o señales de alerta en los mensajes, puede evitar malentendidos o conflictos mayores más adelante.
Existen patrones comunes de comunicación poco saludables que pueden indicar problemas subyacentes. Por ejemplo, ignorar o responder con monosílabos a los mensajes de la pareja de forma repetida, puede ser una señal de desinterés o distanciamiento emocional. Otro indicador es solo comunicarse para hacer planes o coordinar aspectos logísticos, sin intercambiar nada sobre sentimientos o el día a día.
Por el contrario, en las parejas saludables suele haber un intercambio frecuente de mensajes afectuosos. Se preocupan por el otro con mensajes del tipo ¿Cómo estás?, o ¿Cómo te fue hoy?. Este nivel de atención y apoyo emocional es importante para fortalecer la unión.
El doble check y los mensajes no respondidos
Una de las mayores fuentes de ansiedad en las comunicaciones modernas son los «doble check», que indican cuándo alguien ha leído un mensaje, pero decide no responder. Que la pareja lea, pero no responda los mensajes, especialmente si es algo habitual, puede ser interpretado como una falta de interés, atención o compromiso con la relación.
Muchas veces no se trata de un rechazo intencional, sino que la persona está ocupada o distraída y olvida responder. Sin embargo, es relevante comunicar estas situaciones para evitar malos entendidos. Un simple Estoy ocupado ahora, respondo luego» puede marcar la diferencia.
Por otro lado, a veces detrás de la falta de respuesta hay problemas más profundos, como enfado, necesidad de distancia o incluso infidelidad. Prestar atención a los patrones de comunicación y cambios repentinos puede destapar estas situaciones.
Los mensajes a deshoras
Los horarios también importan. Mensajes muy tarde en la noche o temprano en la mañana pueden ser apropiados entre parejas con confianza. Pero entre personas que inician una relación o después de una pelea, pueden interpretarse como una falta de límites o consideración.
Enviar mensajes a cualquier hora esperando una respuesta inmediata, sin considerar si la persona podría estar durmiendo u ocupada con otras actividades, denota cierta falta de empatía.
Esto se agrava si el remitente se enfada ante la falta de respuesta. Una comunicación sana implica entender que cada uno tiene sus propios tiempos.
Los mensajes agresivos o hirientes
Posiblemente, el indicador más preocupante en los mensajes de texto es el uso de un lenguaje agresivo, hiriente o insultante hacia la pareja. Expresiones despectivas, sarcasmo excesivo e incluso amenazas, no tienen cabida en una relación de respeto, apoyo y cuidado mutuo.
Lamentablemente, algunas personas creen erróneamente que por mensajes pueden decir cosas que no se atreverían en persona. Esta distancia virtual permite desinhibir comportamientos dañinos.
Este tipo de violencia verbal debe ser tomada con la mayor seriedad. Usualmente, esconde problemas emocionales o de manejo de la ira, que podrían escalar a situaciones peores si no se detienen a tiempo.
Los «likes» y el coqueteo encubierto
WhatsApp y otras plataformas permiten ver cuando un mensaje ha sido apenas «leído» o cuando la persona activamente le da like o corazoncito. Dar likes con frecuencia a los mensajes del sexo opuesto puede ser una forma sutil de coqueteo encubierto, aun estando en pareja.
Incluso sin llegar al extremo de la infidelidad, esta dinámica genera incertidumbre. ¿Serán solo amigos o hay algo más? Si la pareja reclama, la persona puede escudarse en que solo fue un like.
Por otro lado, hay quienes solo dan likes a sus parejas cuando hay un elogio de por medio. Esta interacción interesada también es preocupante, porque demuestra que la relación se basa en lo que el otro puede dar, más que en el cariño y apoyo incondicional.
Los mensajes contradictorios
Cambiar repentinamente el tono de los mensajes, de cariñoso a frío y viceversa, genera confusión, ansiedad e incertidumbre en la pareja. ¿A qué se debe este cambio? ¿Hice algo malo? Este tipo de preguntas suelen quedar rondando en la cabeza.
Usualmente, la persona que emite estos mensajes contradictorios tiene problemas para comunicar sus verdaderos sentimientos o necesidades. Pero en lugar de pedir ayuda o ser vulnerables, prefieren «castigar» al otro con indiferencia o falta de empatía.
La pareja queda entonces en un rol de adivinar el estado emocional del otro y sus causas, lo cual es sumamente desgastante a largo plazo. La comunicación se vuelve una montaña rusa emocional.
Cuando los mensajes reemplazan la interacción real
Hoy en día muchas parejas pasan más tiempo interactuando virtualmente con sus teléfonos, que cara a cara y en persona. Si la mayor parte de la comunicación se da por mensajes, la relación corre el riesgo de volverse superficial y perder intimidad.
Los mensajes son prácticos para coordinar y mantener un contacto frecuente. Pero no reemplazan las experiencias compartidas, las salidas, las conversaciones profundas y la conexión física y emocional en persona.
Priorizar los dispositivos por sobre el tiempo de calidad juntos, casi siempre termina afectando negativamente al vínculo. Los miembros de la pareja se van distanciando gradualmente.
En conclusión: cómo entender los Red Flags
En toda relación saludable debe haber atención, respeto, comprensión y apoyo mutuo. Cuando estos elementos empiezan a faltar en los mensajes de texto, deben prenderse las alarmas. Sin duda, la tecnología nos ayuda a mantener un contacto permanente con quienes amamos. Pero también puede ser una fuente de conflictos o facilitar comportamientos dañinos si no se usa con consciencia.
Poner límites claros, comunicar nuestras necesidades y exigir un trato digno, son claves para que la comunicación virtual se convierta en un puente de acercamiento y no en un muro que nos separa.
Los «Red Flags» en mensajes de texto son señales preocupantes en una relación. Ejemplos incluyen la falta de comunicación constante, respuestas evasivas o cambios bruscos en tono o frecuencia de mensajes. Mensajes controladores, celosos o manipuladores también son alertas. Ignorar preocupaciones válidas o hacer sentir culpable al otro son indicadores de problemas. Textos con falta de empatía o respeto, o exigencias constantes, sin reciprocidad, también pueden ser señales de alerta. La ausencia de planes futuros juntos o evasión sobre compromisos serios pueden indicar falta de interés. Reconocer estos signos puede ser crucial para abordar problemas subyacentes en la relación.