Las obras de reparación de la Puerta de Alcalá están ya terminadas y, con ella, la reapertura después de cerca de algo más de ocho meses desde el inicio de los trabajos de reparación.
Acompañado de los 28 concejales del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida ha esclarecido que la Puerta de Alcalá se podrá visitar próximamente.
El alcalde ha subrayado que se están finalizando estas obras y espera que sea en las próximas semanas. «Podría ser cuando comience la iluminación navideña (a finales de noviembre) pueda lucir en todo su esplendor», ha expresado
Esta actuación se enmarca en las actuaciones de conservación de los bienes que conforman el espacio Paisaje de la Luz de la capital, cuya declaración como Patrimonio Mundial por la Unesco cumple dos años.
Está previsto que la Puerta de Alcalá vuelva a abrir con la iluminación de Navidad madrileña
Los trabajos supusieron una inversión de tres millones de euros y comenzaron en el segundo semestre de 2022 con una fase de estudios previos destinados a generar un diagnóstico exhaustivo de las patologías que afectaban al monumento.
En las fachadas de granito y los relieves que se encuentran arenizados, con desplacación y fractura, se realizó una intervención integral de restauración. El objetivo es detener el deterioro y asegurar que los elementos escultóricos de la fachada queden cosidos adecuadamente a la misma, al tiempo que se eliminarán los elementos degradantes y se protegerá la piedra de las futuras agresiones ambientales.
Comenzada esta reparación de la Puerta de Alcalá hace un año, el coste de esta nueva mano de obra ha sido de 3 millones de euros. La intervención fue acompañada de un control arqueológico para diseñar protocolos específicos de monitorización continuada.
De esta forma se garantizará el seguimiento exhaustivo y pormenorizado de la evolución del estado de conservación del bien cultural a lo largo del tiempo, junto con la programación de actuaciones de mantenimiento, difusión y sensibilización acordes a las necesidades del bien. Gracias al programa Abierto por Restauración, la ciudadanía podrá conocer de primera mano estos trabajos de restauración
Se garantizará su evolución y conservación del bien cultural
Pero Abierto por Restauración no solo es un proyecto de difusión de la actividad de conservación del patrimonio cultural llevada a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, sino también un ejercicio de conservación preventiva, cuya finalidad es la corresponsabilización ciudadana en la preservación del legado patrimonial.
En esta visita se subirá al andamio que envuelve la Puerta de Alcalá acompañados de un guía especializado, para adentrarse en los criterios y metodología seguidos en surestauración, pudiendo conocer este monumento en un momento singular de su historia y verlo desde una perspectiva única.
Después de una serie de estudios para conocer su estado de deterioro, el Gobierno municipal comenzó el pasado 14 de febrero con la restauración del monumento, unos trabajos que incluyen la consolidación de la estructura de los grupos escultóricos, la sustitución del plomo de la cubierta y el tratamiento de la piedra en todas las fachadas.
No es la primera reparación que sufre
Su actual apariencia data de 1778 y es obra del arquitecto italiano Francisco Sabatini, que también trabajara en el Palacio Real. La mandó construir el rey Carlos III, conocido como «el mejor alcalde de Madrid», en sustitución de otra que estaba ya en mal estado y que disgustaba al monarca.
La originaria constaba de tres arcos y se la denominó de Alcalá porque comunicaba Madrid con la capital del Henares. Además, cuando la puerta formaba parte de los muros que rodeaban la villa de Madrid, contaba con una reja de forja que se cerraba por las noches para impedir el paso de maleantes.
La Puerta de Alcalá que hoy conocemos es de estilo neoclásico y tiene cinco vanos, tres con arcos de medio punto, más grandes destinados a los carruajes, y dos con dintel, más pequeños y destinados a los peatones. Sobre el vano mayor hay una inscripción en latín que reza: «Rege Carolo III. ANNO MDCCLXXVIII» (siendo Rey Carlos III. Año 1778). El material empleado para su construcción es granito de Segovia y piedra caliza de Colmenar de Oreja para los elementos decorativos.
Quedan algunas huellas de metralla en la superficie que dejaron las tropas francesas en 1808 y los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823. Fue declarada Monumento Nacional en 1976.