Cada país tiene sus costumbres, y, aunque puedan ser vecinos, las costumbres europeas pueden dejar sorprendidos a muchos en España. Y es que, por muy cercanos que se encuentren, hay cosas que no se hacen en todas las regiones, y, de hecho, algunas de ellas pueden resultar bastante interesantes.
Si en cada país, de región a región, se establecen algunas diferencias, entonces imagínate cuántas son las que hay si cruzamos las fronteras. Eso que haces naturalmente en tu casa, día tras día, puede resultar incluso grosero en otros países.
7Curiosidades que tal vez desconozcas: Costumbres europeas desaparecidas en España
A lo largo de la historia, España ha sido un país de gran diversidad cultural, influenciado por diferentes civilizaciones europeas, africanas y americanas. Como resultado de este mestizaje, muchas costumbres europeas han ido desapareciendo en España, o se han adaptado a las nuevas realidades del país.
Algunos ejemplos de costumbres europeas desaparecidas en España son:
El duelo: En la Edad Media, el duelo era una práctica común en Europa, como forma de resolver conflictos o vengar a un familiar muerto. En España, el duelo se realizaba de diversas maneras, como mediante la lucha con armas, el uso de prendas negras o la celebración de funerales públicos. Sin embargo, el duelo fue prohibido en España en el siglo XVIII, y con el tiempo ha ido cayendo en el olvido.
La tortura: La tortura también fue una práctica común en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento. En España, la tortura se utilizaba para obtener confesiones de los acusados, o para castigar a los criminales. Sin embargo, la tortura fue abolida en España en el siglo XIX, y con el tiempo ha sido considerada una práctica cruel e inhumana.
La caza de brujas: La caza de brujas fue una práctica que se extendió por Europa durante la Edad Media y el Renacimiento, igual que la inquisición. En España, se calcula que fueron ejecutadas unas 10.000 personas acusadas de brujería. La última persona ejecutada por brujería en España fue María de la Olalla, en 1781.
Estas costumbres europeas desaparecieron con los años no solo de España, sino a nivel general en Europa; sin embargo, forman parte de la basta historia compartida entre todas las regiones del continente.