La muralla más larga de Europa: una maravilla que debes visitar al menos una vez en la vida

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Prepárate para sumergirte en un viaje fascinante a través del tiempo, descubriendo la imponente Muralla Abaluartada de Badajoz, la joya arquitectónica que ostenta el título de la muralla más larga de Europa. Con sus imponentes 6.541 metros de extensión, esta fortificación histórica no solo resguarda la ciudad de Badajoz, sino que también despierta la admiración de los amantes de la historia y la arquitectura en todo el mundo.

Construida en el siglo XIII por orden del rey Alfonso IX de León, la Muralla Abaluartada de Badajoz es un testimonio tangible de la maestría de los ingenieros militares de la época. Sus imponentes bastiones, baluartes y fosos cuentan la historia de estrategias defensivas y batallas pasadas. Pero más allá de su función protectora, esta muralla se erige como un testamento de la habilidad artística y técnica de aquellos que la concibieron.

¿Te atreves a descubrir los secretos que esconde la Muralla Abaluartada de Badajoz?

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Detalles poco conocidos sobre su construcción

Detalles poco conocidos sobre su construcción

La Alcazaba de Badajoz destaca por ser el recinto amurallado más extenso de España y la alcazaba más grande de Europa, ocupando 8 hectáreas con más de 1.200 metros de muralla conservada. Dentro de este imponente complejo, se encuentra el Palacio de los Condes de Roca, un edificio renacentista con elementos mudéjares, ahora alberga el Museo Arqueológico Provincial. La torre de Santa María, remanente de la primitiva Catedral de Badajoz, está integrada en la Biblioteca de Extremadura, que también conserva restos del palacio de Ibn Marwan.

Otros puntos de interés en la Alcazaba incluyen la torre del Palacio Episcopal, vestigios de la antigua iglesia de la Consolación, la ermita del Rosario, la iglesia de Santa María de Calatrava, el torreón de Calatrava, el Cuartel de Infantería, antiguos depósitos de agua y la casa y torreón de Zapata. Descubrimientos arqueológicos recientes revelan un barrio almohade del siglo XII junto a la Puerta del Alpéndiz. Los materiales predominantes en la construcción son ladrillo, sillería, mampostería y argamasa dura.