Las elecciones de Argentina son quizás el evento electoral más llamativo de Latinoamérica para este año, pero ninguna de las dos opciones que han sobrevivido para la segunda vuelta, el exministro de economía de Alberto Fernández, Sergio Massa, y el autodescrito como «ultraliberal» Javier Milei. Es una elección complicada que evidencia a una sociedad profundamente dividida, así como el problema para construir una generación de relevo en la política latinoamericana.
Pero es también una elección clave para un continente que parece estar siempre convulso. Más allá de la situación específica de Argentina, ya de por sí compleja, el elegido terminaría por ayudar a equilibrar, para un lado o el otro, las fuerzas políticas en Latinoamérica. Milei sería un aliado interesante en la región para figuras como Bolsonaro, que intenta volver a tener una carrera política, y en centro América para una figura como Nayib Bukele seguramente sería un aliado interesante a lo más al sur del continente.
El elegido lo sabremos el domingo, pero la elección ya ha tenido consecuencias a largo plazo. Juntos por el Cambio, la coalición fundada por Mauricio Macri en 2019 precisamente con la idea de enfrentar al kirchnerismo, parece haberse roto irremediablemente después de que el expresidente y la candidata de su partido Patricia Bullrich decidieron apoyar la candidatura de Milei. Esto molestó al ala peronista de la coalición, que está allí desde 2019, lo que se evidenció con las declaraciones de una de sus miembros, Elisa Carrió.
La líder de Coalición Cívica (CC) se expresó duramente de Macri y de lo que siente es un error de Bullrich. «No hablo más con Macri. Me di cuenta de su zona oscura: se lo he dicho, yo no soy un naipe en tu juego de bridge. Yo había anticipado que Macri iba a desgastar a Horacio (Rodríguez Larreta, derrotado en las primarias), entregar a Patricia e irse con Milei. Para mí era previsible, siempre Macri jugó para Milei y para la destrucción de Juntos por el Cambio», declaraba después de la decisión.
De forma irónica esta implosión bien puede servir para que a futuro el kirchnerismo y la opción de Milei se mantengan en la palestra pública los próximos años. El que la tercera vía que intentan representar juntos por el cambio desaparezca del mapa político es un riesgo real para la estabilidad y la alterabilidad del país más al sur de toda Latinoamérica.
SÁNCHEZ POR MASSA Y RAJOY POR MILEI
Por supuesto a pesar de lo complicada de la situación al menos dos políticos españoles han decidido dar su opinión sobre lo que promete ser una elección clave para entender el mundo hispano parlante en los próximos años. Aunque ambos son apoyados por las figuras más evidentes posibles.
Por un lado, el presidente recientemente re electo Pedro Sánchez se ha expresado a favor de Sergio Massa, defendiendo su posición frente al extremismo que percibe del otro lado. «No solo van a elegir a un nuevo presidente, sino que van a decidir algo mucho más importante, que es el futuro que quieren para su país», sentencia en un video enviado a la campaña del exministro de economía.
El presidente del Gobierno ha subrayado que «los dos candidatos en liza ofrecen opciones profundamente diferentes entre sí», incidiendo en que Massa «representa la apuesta por la convivencia democrática, por la concordia, y ofrece un proyecto de unidad, de solidaridad, con oportunidades para todos y para todas», sentencia.
Por su lado el expresidente de gobierno Mariano Rajoy también ha decidido mostrar su apoyo al otro de los candidatos, viendo a Milei como una ruptura necesaria con la inercia política del kirchnerismo.
En concreto, Rajoy ha mostrado su apoyo a Milei en la segunda vuelta de las elecciones argentinas que se celebrarán el próximo 19 de noviembre y ha secundado un manifiesto con otros ocho ex mandatarios internacionales y el escritor Mario Vargas Llosa en el que defiende que el ultraliberal es la «esperanza del cambio» frente al «espacio kirchnerista»que representa el ministro de Economía, Sergio Massa, de Unión por la Patria.
EL FUTURO DE LA ETERNA CRISIS DE ARGENTINA
Pero cuando Argentina despierte el lunes la inflación seguirá allí, junto a la polarización política. El ganador de las elecciones tendrá que gestionar también una de las economías más quebradas, y también más prometedoras del mundo. Ni Milei ni Massa estarán en una situación fácil al mudarse a la Casa Rosada y la principal preocupación son sin los argentinos que viven esa realidad.