Todo el mundo nos dice que el deporte es vida, y eso es algo que cada vez más adquiere importancia en nuestro día a día. Y es que está científicamente comprobado que desempeñar una actividad deportiva nos puede salvar de múltiples enfermedades, no solo físicas sino también mentales. A menudo, nos cuesta llevar un estilo de vida en donde haya deporte, por el simple hecho de que tenemos muchas obligaciones encima. Sin embargo, hoy te traemos esta historia de vida que da fe de que el deporte sí nos puede sacar del abismo.
9Su cabeza fue un motor
Otro de los motores de vida para que Pablo se sobrepusiera a esta adversidad fue su cabeza. Este no ha dudado al decir que hubo mucho trabajo mental para aceptar de que ya no tenía sus piernas. Además, esa vida que tenía de máquinas, cuerdas y demás instrumentos de deportes, en un momento se convirtió en cables y médicos a su alrededor, porque estaba en terapia intensiva.
Un cambio de la noche a la mañana que jamás olvidará, pero supo hacerle frente, y lograr mejorar su calidad de vida tras lo ocurrido.