El precio de Glastonbury predice otro aumento de los festivales españoles

El Glastonbury sigue siendo uno de los festivales más importantes de Europa, si no el más importante. Por tanto, que aumente de nuevo su precio no es una buena señal para los melómanos del resto del continente, y que en su web oficial se anuncie el precio en 360 libras esterlinas, más de 400 euros, es un dato preocupante, ahora que empiezan a anunciarse la venta de entradas de los festivales en España, con Azkena Rock y el Primavera Sound ya poniendo en venta sus entradas, que muestran un aumento con respecto a 2023. 

De momento, Azkena cuesta unos 135 euros y el Primavera Sound, que ha retirado su edición del próximo año en Madrid, también ha aumentado el precio de su early bird, la opción de comprar antes que se revele el cartel, de 195 euros hasta los 220 (que sube a los 450 en caso de la entrada VIP). La subida es tanta que el porcentaje de bono cultural dedicado a conciertos y festivales no cubre la entrada completa, ni siquiera en este precio reducido previo al anuncio completo. 

Será interesante seguir de cerca este aumento cuando salga el precio del resto de los grandes festivales del país, sobre todo en mitad de una crisis inflacionaria como la que enfrenta España. Ni el Mad Cool ni el BBK de Bilbao, los otros dos grandes festivales del país que tienen el presupuesto y el prestigio para conseguir un cartel de artistas comparable con el Primavera Sound. En esa circunstancia es normal tener algo de aprehensión con respecto al futuro de este tipo de eventos, que ya enfrentan una realidad complicada. 

Aun así siguen siendo parte clave del panorama musical. Espacios como el Mad Cool pueden atraer artistas que quizás no pueden llenar un gran aforo por su cuenta, y permitir que los vea un público que puede no estar especialmente interesado por separado en nombres como Sam Smith o Lizzo, pero que son clave en la música popular actual y es importante que hagan acto de presencia en el territorio ibérico.

¿HAY UNA BURBUJA DE FESTIVALES?

La situación de los festivales pasa por un momento complicado. En 2023, dos de los grandes eventos en Madrid tuvieron que cancelarse: El Dcode tras no poder conseguir un reemplazo de cabeza de cartel tras la retirada de Lewis Capaldi, y el Reggaetón Beach Festival se canceló tras perder los permisos para celebrar el evento en el espacio Iberdrola Music, mejor conocido como Espacio Mad Cool, de Villaverde. Además, el propio Primavera Sound ha decidido no repetir su edición madrileña debido a lo complicado que es realizar un evento de este tipo en la capital, algo gracioso, pues señala que el festival considera más fácil organizar el evento de La Asunción de Paraguay que en Madrid. 

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Rosalía En El Festival Primavera Sound

A eso se suma la gran cantidad de festivales que aparecen todo el tiempo en el país. Parece que todos los días hay un anuncio nuevo, grande o pequeño, y eso hace que algunos sufran más de la cuenta para vender entradas. Sin salir de la capital, en un periodo de tres semanas se celebraron Río Babel, A Summer Story y el Mad Cool, esto ignorando eventos como Noches del Botánico que ocupan casi todo el verano a forma de ciclo de conciertos. 

Esto obliga a seguir de cerca la realidad de cara al 2024. La mezcla de crisis económica, con la posibilidad real de una recesión en todo el continente, pueden afectar sus ventas o incluso la búsqueda de patrocinadores. Sumado a problemas que han tenido en ocasiones con los vecinos de las zonas donde se realizan los festivales. 

LA COMPETENCIA POR VENTA DE ENTRADAS Y POR FICHAR ARTISTAS DE LOS FESTIVALES

El otro punto que será llamativo de cara al futuro de los festivales es cómo se maneja la competencia de cara a construir el cartel de los festivales del año próximo. La mayoría de estos eventos exigen exclusividad en el país a los artistas y hay un límite de los nombres como los Foo Fighters o Dua Lipa, ambos de gira europea en el verano de 2023, que pueden ponerse en letras grandes en el anuncio de un festival. Es decir, los eventos no compiten solo por la audiencia sino por los artistas que pueden anunciar.

Dado que aún los tres grandes no han anunciado quienes tomarán sus tarimas, ni tampoco lo han hecho eventos más nuevos como el caso de Cala Mijas. Por tanto, aún es difícil saber a ciencia cierta si podrán seguir funcionando todos al mismo tiempo, aunque es de esperarse que al menos funcionen el Mad Cool y el Primavera Sound. 

La otra duda son los espacios donde celebrar eventos de este tamaño. El problema que han enfrentado en Madrid los dos grandes festivales y que el Mad Cool además tiene años intentando resolver, y parece que el espacio de Villaverde no será la gran solución que esperaban.