El director, productor y guionista Francis Ford Coppola ha advertido que si se dota a la Inteligencia Artificial de conciencia será como un descendiente» y augura que habrá que tratarla y controlarla «como a un hijo más».
«Si pudiéramos construir una IA con conciencia, tendríamos que tratarla como un descendiente. Si no controlamos la IA, se volverá mucho más inteligente que nosotros y puede desarrollar un software que no nos incluya», ha asegurado en el encuentro que ha mantenido este martes en IE University (Madrid).
El cineasta ha compartido con el CEO de IE University, Diego del Alcázar Benjumea, su visión de futuro y el papel esencial del arte y las humanidades en un mundo transformado por la tecnología. Ford Coppola ha participado en la ceremonia ‘The Next 50’, una iniciativa con la que IE University se anticipa al futuro para comprender los retos que se afrontarán en los próximos 50 años en educación, humanidades, inteligencia artificial y sostenibilidad, entre otros campos.
Así, Coppola ha señalado que la teoría de los «descendientes» es una de las opciones que contempla de cara al futuro de la IA. «Tenemos que entender que nuestros descendientes no van a ser solo de sangre», ha recalcado.
«Ahora tenemos ordenadores que también aprenden de su propia experiencia, y pueden escribir código. Esa es la parte aterradora», ha insistido, antes de afirmar que ese nivel de inteligencia de la tecnología «debería estar guardado en una caja», ha señalado.
Por otro lado, Coppola se ha referido a la narración de historias y cómo ha cambiado a lo largo de los años y augura que el cine dentro de 50 años será «maravilloso». «La narración de historias se reinventa constantemente. Yo diría seriamente que las historias y las películas de mis bisnietos van a ser maravillosas, aunque no puedo imaginarme cómo serán», ha comentado.
Asimismo ha desvelado que le hubiese gustado ambientar la película de ‘El Padrino’ en 1945 y no como se hizo en 1973, debido a que los productores consideraron que sería «más barato» basarla en tiempos más recientes por la ropa o los coches empleados.»Tienes que ser más listo que ellos. Eso es todo lo que puedes hacer. Ahora la familia Coppola es considerada una familia de cineastas, pero cuando empecé no conocía a nadie en el negocio del cine y no tenía nada de dinero», ha relatado.
Por último, el cineasta ha realizado un paralelismo entre el cine y el proceso del vino para entender el trabajo que hay detrás de crear una película. «Tanto el vino como el cine tienen tres secciones: recolección, la de elaboración y luego la de acabado», ha comentado, antes de precisar que «las dos actividades son paralelas» y cuando se dedicaba al vino hacía «básicamente» lo mismo que cuando hace películas.