Abandonemos la noción tradicional de que el fortalecimiento de los brazos solo se logra levantando pesas.
Existen métodos alternativos, como el arm balance, un conjunto de posturas de equilibrio en yoga que promueven la tonificación de muñecas, antebrazos, bíceps, tríceps y hombros, todo utilizando el propio peso corporal.
A través de la vibrante práctica de vinyasa flow, integrada en el programa FitYoga de Blue Bamboo Estudio, exploramos cinco ejercicios diseñados para esculpir brazos fuertes y tonificados.
1. Perro boca abajo a una pierna y con brazo extendido
Comenzamos en posición de cuadrupedia, con manos alineadas bajo los hombros y rodillas bajo las caderas, manteniendo abdomen y suelo pélvico activos con la espalda recta.
Al exhalar, nos desplazamos hacia el perro boca abajo. Progresivamente extendemos una pierna hacia arriba y hacia atrás, liberando uno de los brazos del mismo lado de la pierna elevada.
Mantenemos la posición durante varias respiraciones, luego retornamos al Perro Boca Abajo antes de repetir la secuencia con el otro lado.
2. Cobra
Aunque conocida como una postura clásica de yoga, la Cobra también es ideal para fortalecer los brazos.
El peso del torso en equilibrio activa los músculos desde las muñecas hasta los hombros. Inhalamos en la postura de la cobra y exhalamos en la postura del niño.
3. Guerrero I
Partiendo desde una posición de zancada hacia adelante, con el peso del cuerpo sobre la rodilla flexionada a 90 grados y la punta del pie trasero apoyada.
Elevamos ambos brazos hacia el cielo con las palmas enfrentadas hacia dentro. Luego, bajamos uno de los brazos por detrás de la espalda, intentando unir las manos.
Continuamos bajando el torso, colocando una mano adelante y el brazo opuesto hacia arriba. Repetimos hacia el otro lado: regresamos a Guerrero I, unimos los brazos por detrás, abrimos el pecho y luego colocamos una mano en el suelo y la otra hacia arriba.
4. Chaturanga
Iniciamos en posición de plancha alta, adelantamos los hombros sobre las manos y bajamos con los codos pegados al cuerpo en una flexión.
Sin tocar el suelo con el cuerpo, mantenemos los empeines y las manos como apoyo, cambiando a la postura de perro boca arriba.
5. Postura del Cuervo
Desde la postura de la silla, colocamos las manos en el suelo, distribuimos el peso en ellas y elevamos los talones.
La mirada se dirige hacia adelante mientras colocamos las rodillas en las axilas y tratamos de elevar lentamente los pies del suelo.
En esta posición, logramos la postura del cuervo, con los pies juntos y los brazos activados y fuertes.
Dale un giro diferente a tu salud y rutina de entrenamiento de brazos con estos ejercicios que desafían la gravedad y aprovechan la fuerza de tu propio cuerpo para esculpir unos brazos fuertes y tonificados.