Rodalies en la mira de los españoles. El reciente acuerdo entre el Partido Socialista (PSOE) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha sacudido el mundo ferroviario en Cataluña. La decisión de transferir la gestión íntegra del servicio de Cercanías de Cataluña, conocido como «Rodalies,» a la Generalitat ha dejado a los sindicatos en estado de alerta.
De hecho desde el primer momento, el sindicato Semaf, que representa a los maquinistas, anunció de manera contundente que no descartaba la posibilidad de llevar a cabo movilizaciones si este acuerdo afectaba a los derechos laborales de los trabajadores. Esta inesperada situación plantea un desafío significativo tanto para el sector ferroviario como para la relación entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña.
Pero lo cierto es que la noticia del traspaso ha generado molestias en el ámbito laboral, ya que los sindicatos sostienen que no se les ha consultado sobre esta transferencia de competencias.
Según la perspectiva del sindicato ferroviario, este acuerdo se traduce en un intento de utilizar a los trabajadores de Adif y Renfe como «moneda de cambio», lo que consideran una agresión directa tanto a las plantillas como a sus condiciones laborales.
Según fuentes sindicales, aproximadamente 2.300 trabajadores de Renfe están directamente afectados por este acuerdo, mientras que los empleados de Adif, que son responsables de la gestión de las infraestructuras ferroviarias que también serían transferidas, ascienden a poco más de 1.200. Estos números subrayan la magnitud del impacto potencial que esta medida podría tener en las plantillas de ambas compañías y las tensiones que podrían surgir en las próximas movilizaciones sindicales.
El traspaso de Rodalies tras las negociaciones entre Sánchez y los Líderes Catalanes: Un cambio de rumbo en la política Ferroviaria en Cataluña
Durante los últimos años, el traspaso de Rodalies ha sido un tema recurrente en las conversaciones entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña. Sin embargo, hasta hace tan solo seis meses, la postura de Moncloa había sido constante en su negativa a considerar la posibilidad de llevarlo a cabo.
En ese entonces, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en funciones, Raquel Sánchez, afirmaba categóricamente que la transferencia completa del servicio de Rodalies del Estado a Cataluña no era una opción viable.
Además, acusaba a la Generalitat de falta de compromiso con las infraestructuras en la región y sostenía que, a pesar de la titularidad de la gestión y coordinación de las Rodalies que tenía la Generalitat desde 2010, no estaban cumpliendo con sus responsabilidades con respecto a estos servicios.
Ante este escenario, el acuerdo entre el PSOE y ERC para transferir la mayor parte del servicio de Rodalies a la Generalitat de Cataluña plantea numerosas incógnitas, además de los desafíos técnicos y económicos inherentes al acuerdo. Pero uno de los desafíos más difíciles se encuentra la compleja tarea de persuadir al personal encargado de la operativa diaria de los trenes de Cercanías y Regionales que circulan por Cataluña.
Y es que el acuerdo estipula la creación de una nueva empresa mercantil a la que se proporcionarán los recursos materiales y humanos necesarios para la prestación de estos servicios.
El pacto también hace referencia a la necesidad de establecer un convenio de colaboración y cooperación con Renfe, con el objetivo de asegurar la movilidad laboral entre ambas entidades y mantener los derechos adquiridos por los trabajadores. Esta medida se presenta como una salvaguardia destinada a prevenir un conflicto con los sindicatos, similar al que ha surgido en respuesta a la privatización de Renfe Mercancías.
Sin embargo, los representantes de los trabajadores han reaccionado de manera inmediata y contundente, rechazando el pacto de investidura y subrayando la complejidad de los desafíos laborales que plantea la transferencia de Rodalies a una nueva entidad
La huelga de Rodalies: Un golpe a los rieles en España tras la huelga de Renfe en 2021
La huelga de Renfe en 2021 tuvo diversas causas, siendo una de las más destacadas el descontento de los trabajadores debido a la falta de acuerdo en la negociación de convenios colectivos, lo que incluyó disputas sobre salarios, condiciones laborales y jornadas de trabajo. También hubo protestas en contra de la privatización de Renfe Mercancías y la preocupación por la pérdida de empleos y la precarización laboral.
Esta huelga de Renfe en 2021 generó interrupciones significativas en el servicio ferroviario, afectando a millones de pasajeros y causando trastornos en la movilidad diaria. Los paros y las interrupciones del servicio llevaron a la cancelación de numerosos trenes, lo que repercutió en la economía y la vida cotidiana de las personas.
Ahora bien, la huelga de Rodalies se originó a raíz de la decisión del Gobierno de transferir la gestión de la práctica totalidad del servicio de Cercanías de Cataluña a la Generalitat. Esto ha generado preocupaciones entre los trabajadores debido a las incertidumbres laborales que plantea el proceso de transferencia, incluyendo el destino de los empleados, sus condiciones laborales y la movilidad laboral entre Renfe y la nueva empresa que se creará. También existen preocupaciones sobre la correcta prestación de servicios y la inversión en infraestructuras.
El impacto laboral de esta decisión es considerable, afectando a un número significativo de trabajadores que supera los 2.300, en caso de que la mayoría de la plantilla de Renfe en Cataluña sea traspasada. Según fuentes del sector ferroviario, aproximadamente 2.000 de estos empleados están destinados en la provincia de Barcelona, mientras que los restantes se distribuyen entre Tarragona (alrededor de 250), Girona (un centenar) y Lleida (unos 50).
La única mención en el acuerdo se refiere a la creación de una comisión bilateral encargada de definir el marco normativo y las condiciones económicas relacionadas con esta transición. Adif, en la actualidad, es responsable de la gestión de 94 de las 200 estaciones de la red ferroviaria catalana y cuenta con una plantilla de aproximadamente 1.500 personas.
La huelga de Rodalies ha generado incertidumbre en el transporte ferroviario de Cataluña, con la amenaza de movilizaciones y posibles interrupciones en el servicio en el futuro. Aunque todavía no se ha materializado completamente, las tensiones laborales y las preocupaciones sobre la transferencia de competencias han aumentado, lo que podría tener un impacto en la puntualidad y la calidad del servicio de Rodalies en la región.
En resumen, tanto la huelga de Renfe en 2021 como la huelga actual de Rodalies comparten el elemento de la incertidumbre laboral, pero difieren en las causas subyacentes y el impacto inmediato en el transporte ferroviario. La huelga de Renfe en 2021 se centró en disputas salariales y la privatización, mientras que la huelga de Rodalies se origina en la transferencia de competencias y la preocupación por la gestión y las condiciones laborales.
Lo único cierto hasta el momento es que ambas huelgas plantean desafíos significativos para el transporte ferroviario en España y requieren la atención de las partes involucradas para encontrar soluciones y evitar interrupciones prolongadas en el servicio.