El otoño llega, es momento del bizcocho de castañas, con su característica paleta de colores cálidos, el crujir de las hojas bajo nuestros pies y el aroma inconfundible de las castañas asadas. Esta estación nos regala no solo una naturaleza embellecida, sino también un sinfín de delicias culinarias que nos reconfortan en las frescas tardes de otoño. Entre todas ellas, destaca el bizcocho de castañas, un postre tradicional que nos transporta a los entrañables Magostos, celebraciones populares en diversas regiones de España y otros países de Europa.
7También podemos dejar hecho el puré de castañas, si queremos
Si queremos hacer un puré de castañas en lugar de utilizar harina, el proceso es ligeramente diferente. En este caso, picamos las castañas en trozos pequeños y las introducimos en un cazo con leche caliente. Añadimos un pellizco de sal y cocemos a fuego bajo hasta que las castañas estén blandas y puedan ser fácilmente aplastadas con un tenedor.
Una vez que las castañas estén cocidas, las retiramos del fuego y las batimos hasta obtener una crema consistente y similar a un puré. Esta crema de castañas puede ser utilizada en diferentes recetas, como tartaletas o rellenos de postres, proporcionando un sabor delicado y cremoso.
Ya sea utilizando la harina de castañas o el puré, estas son dos formas deliciosas de incorporar este fruto seco en nuestras recetas. La tarta de castañas resultante será un dulce tentador, con un sabor único y una textura suave que nos transportará a los sabores y aromas del otoño.
