El otoño llega, es momento del bizcocho de castañas, con su característica paleta de colores cálidos, el crujir de las hojas bajo nuestros pies y el aroma inconfundible de las castañas asadas. Esta estación nos regala no solo una naturaleza embellecida, sino también un sinfín de delicias culinarias que nos reconfortan en las frescas tardes de otoño. Entre todas ellas, destaca el bizcocho de castañas, un postre tradicional que nos transporta a los entrañables Magostos, celebraciones populares en diversas regiones de España y otros países de Europa.
6Espera a que se enfríen para hacer la harina del bizcocho de castañas
Una vez que las castañas estén frías, procedemos a triturarlas para obtener la harina que le dará ese sabor tan sabroso a nuestra tarta. Para ello, partimos las castañas en trozos pequeños con la ayuda de nuestras manos y las colocamos en el bol de la trituradora. A continuación, trituramos las castañas a velocidad rápida hasta obtener una textura fina y uniforme.
Después de triturar las castañas, es importante pasar esta mezcla por un colador para tamizarla y obtener una harina más fina. Utilizamos el mismo colador que usamos para lavar las castañas, asegurándonos de que no queden restos de cáscara o trozos grandes de castaña en la harina. De esta manera, conseguiremos una textura suave y homogénea que realzará el sabor de nuestra tarta.
