El otoño llega, es momento del bizcocho de castañas, con su característica paleta de colores cálidos, el crujir de las hojas bajo nuestros pies y el aroma inconfundible de las castañas asadas. Esta estación nos regala no solo una naturaleza embellecida, sino también un sinfín de delicias culinarias que nos reconfortan en las frescas tardes de otoño. Entre todas ellas, destaca el bizcocho de castañas, un postre tradicional que nos transporta a los entrañables Magostos, celebraciones populares en diversas regiones de España y otros países de Europa.
5Ahora viene el proceso de horneado del bizcocho de castañas
Después, colocamos las castañas en una bandeja apta para horno y las introducimos en el mismo precalentado a 180 grados. Las dejamos asar durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que la piel se haya abierto y las castañas estén bien cocidas en su interior. Para evitar que exploten durante el proceso de cocción, realizamos un pequeño corte en cada una de ellas antes de colocarlas en el horno. Una vez que estén asadas, las pelamos y las dejamos enfriar. Pasado este tiempo, sacamos las castañas del horno y las dejamos enfriar por completo. Una vez frías, retiramos la piel con cuidado, tratando de quitarla lo más completa posible.
Ahora, llega el momento de triturar las castañas para obtener la harina. Para ello, podemos utilizar un procesador de alimentos o simplemente una batidora potente. Trituramos las castañas hasta obtener una textura fina y homogénea, similar a la de una harina tradicional. Una vez que tengamos la harina de castañas lista, podemos utilizarla para preparar deliciosos postres o conservarla en un recipiente hermético en el refrigerador o incluso en el congelador.
