Más allá de comprometer la estética y la estructura del hogar, las manchas, salitre y desprendimiento de la pintura que genera la humedad, son enemigos silenciosos capaces de desencadenar severos problemas de salubridad.
Si bien existen ciertas pautas que ayudan a minimizar la presencia de humedades en el hogar, la solución definitiva es contar con Humitat-Stop. Después de realizar una inspección, los especialistas determinan el procedimiento más conveniente para eliminar los posibles peligros.
¿Cuál es el riesgo de tener humedad en las paredes y los techos?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad del aire es uno de los factores determinantes en el disfrute de entornos sanos y confortables, algo imposible de lograr en ambientes húmedos.
Las superficies húmedas son el escenario perfecto para la proliferación de organismos y microorganismos responsables tanto del desarrollo de múltiples afecciones, principalmente, de tipo alérgicas y respiratorias, como del incremento del riesgo de empeorar condiciones o enfermedades previas.
Entre los más comunes se encuentran:
Ácaros
Estos pequeños artrópodos se anidan en las alfombras, muebles tapizados, colchones y almohadas, sobre todo, cuando el nivel de humedad relativa alcanza el 70%.
Debido a que se alimentan de las escamas de la piel humana, los ácaros pueden generar picazón, dolor e irritación. Asimismo, sus excrementos se consideran desencadenantes de alergias respiratorias.
En el mejor de los casos, los síntomas no sobrepasan el goteo nasal ocasional, los estornudos y los ojos llorosos. Sin embargo, el contacto constante con estos microorganismos termina por generar tos, congestión, eczema, presión facial e incluso, ataques severos de asma.
Moho
El moho se define como un tipo de hongo característico de las áreas con altos índices de humedad y/o de escasa ventilación. Su principal peligro radica en que se reproducen en el aire a través de esporas invisibles, por lo que consiguen entrar con gran facilidad a las vías respiratorias.
De esta forma, la mayor parte de los problemas de salud que generan corresponden a alergias respiratorias y asma. En el peor de los escenarios, la inhalación de moho conduce al desarrollo de la aspergilosis, una infección que invade los senos paranasales y los pulmones.
Principales problemas de salud causados por humedad
Lo primero que debemos tener en cuenta es que se consideran ambientes húmedos a los espacios poco ventilados donde la humedad ambiental supera el 65%. Por norma, podemos identificar este tipo de ambientes gracias a la presencia de manchas y olor a moho.
Si bien la mayoría lo considera un problema estético, la realidad demuestra que el verdadero peligro radica en las consecuencias que acarrea la permanencia constante en este tipo de ambientes para la salud.
En general, tanto el moho como sus esporas, producen reacciones alérgicas a las personas que tienen contacto directo con ellos o, simplemente, respiran el aire contaminado. Además de ello, es posible padecer de:
- Infecciones de vías respiratorias: cuando respiramos en ambientes afectados por la humedad, las pequeñas esporas del moho tienen acceso directo a nuestros pulmones, lo que termina causando problemas respiratorios.
- Asma: además de intensificar los síntomas de la enfermedad, las paredes húmedas son factor de riesgo para su desarrollo en niños entre 1 y 7 años.
- Alergias: la presencia de ácaros ocasiona tanto reacciones adversas en el sistema respiratorio, como alergias cutáneas y complicaciones en ciertas patologías de la piel.
- Dolencias reumáticas y óseas: diversos estudios sugieren un vínculo directo entre la permanencia en entornos húmedos y el incremento de las molestias de los pacientes que sufren de artritis y artrosis. De igual modo, se agudizan los síntomas de quienes padecen osteopenia, osteoporosis u otro grado de debilidad ósea.
- Migrañas: algunas investigaciones científicas demuestran que los entornos excesivamente húmedos se consideran agravantes de los síntomas que caracterizan a la migraña y a la cefalea tensional crónica.
¿Cómo prevenir la humedad en el hogar?
Sin duda, acabar con este molesto problema de forma definitiva requiere la ayuda de un equipo especializado en humedades. La actuación profesional supone el análisis exhaustivo de la situación.
En función del diagnóstico, estos expertos determinan la estrategia necesaria para recuperar la salud y confort de todos los rincones del hogar. Sin embargo, después de ponerle fin a la humedad, conviene implementar medidas de prevención, entre las que se incluyen:
- Ventilar a diario: es necesario abrir a diario las ventanas durante 5 a 10 minutos. El objetivo es lograr que las corrientes de aire renueven el ambiente interior del inmueble.
- Instalar extractores o rejillas: este consejo es primordial en habitaciones que carecen de ventanas, sobre todo, los baños y cocinas, ya que las actividades que se desarrollan dentro de ellas, tienden a generar humedad por condensación.
- Limpiar con regularidad: la suciedad e inadecuada higiene alimentan las bacterias, hongos y ácaros. Por ello, debemos tirar los alimentos en mal estado y los desechos después de cocinar, ventilar los armarios, sacudir los muebles y limpiar las manchas de las paredes.
- Utilizar deshumidificadores: estos dispositivos son especialmente útiles en habitaciones húmedas o poco ventiladas, así como durante el invierno. Su acción evita la aparición del moho y malos olores, también seca el ambiente e incrementa el confort.