Qué hacer si te acusan de tráfico de drogas

Caminar por la calle en España con sustancias prohibidas puede salir caro. Nuestro Código Penal castiga tanto el consumo como la posesión ilegal de drogas tóxicas en la calle, así como el cultivo, la elaboración y la venta de los mismos.

Sin embargo, y como es obvio, no es lo mismo llevar un gramo de marihuana que varios gramos de cocaína encima. La diferencia entre ambas situaciones es notable: la primera puede suponer la tenencia ilegal para consumo propio y la segunda el delito de tráfico de drogas.

Ante estas dos situaciones, tanto las sanciones como las repercusiones a nivel penal son bien distintas. Por eso, es importante conocer qué supone en España el delito de tráfico de drogas y qué hacer si te acusan de ello.

Delito de tráfico de drogas: un repaso al Código Penal

Tipificado como un delito contra la salud pública, el tráfico de drogas está perfectamente especificado en el artículo 368 del Código Penal de nuestra jurisdicción.

Dentro de este suceso ilícito se entienden aquellas actividades por las que se entrega a otra persona sustancias tóxicas a estupefacientes a cambio de dinero. En otras palabras, la venta de droga es lo que se tipifica como este delito, considerado uno de los más graves dentro de este contexto legal.

También se meten en este mismo saco las acciones relacionadas con el cultivo y la elaboración, así como la posesión con el fin de traficar con estas sustancias, además del mismo acto de la venta.

Es importante comprender que, como explica el texto legal, «la mera posesión de drogas por sí sola no es constitutiva de delito», un hecho que será clave en el caso de que se inicie un proceso legal y se quieran realizar alegaciones para librarse de la pena de prisión, si la hubiera. En estos casos, sí que suelen imponerse sanciones que oscilan entre los 600 y los 30 000 euros.

Además, hay que tener en cuenta la cantidad que se lleva encima cuando los agentes hayan procedido a la detención, ya que si esta es superior a la que se consideraría necesaria para consumo propio sí que se puede cursar detención por tráfico de drogas.

En este sentido, las cantidades habitualmente asumidas como máximas en el territorio español son las siguientes:

  • Éxtasis y derivados: 1,4 gramos.
  • Hachís: 25 gramos.
  • Heroína: 3 gramos.
  • LSD: 3 miligramos.
  • Cocaína: 7,5 gramos.
  • Anfetaminas: 9 miligramos.
  • Marihuana: 100 gramos.

Penas habituales por el tráfico de drogas

Las penas y multas por tráfico de drogas dependerán de cada caso, que puede estar vinculado a atenuantes o agravantes dependiendo de la situación.

Por ejemplo, los jueces serán más indulgentes en el caso de que la persona identificada se encuentre en unas circunstancias personales que justifiquen el hecho, o si se trata de un tráfico de poca entidad. Por el contrario, si la persona es un educador o facultativo o las sustancias están adulteradas, las sentencias serán menos favorables.

De manera general, el delito básico está penado de 1 a 6 años de prisión, dependiendo de la gravedad; el atenuado de seis meses a 4 años, y el grave supone penas de entre 3 y nueve años.

Más allá de esto hay casos especiales como cuando la persona pertenece de manera evidente a una organización criminal, donde el tiempo en prisión puede aumentar hasta los 18 años en los casos más complejos.

¿Qué hacer si te acusan? Solicitar asistencia legal especializada

Una acusación por tráfico de drogas es un suceso serio, que puede tener consecuencias de privación de libertad para las personas implicadas.

Por ello, lo primero que hay que hacer ante una situación así es buscar un abogado especializado en este delito de tráfico de drogas. Así lo explican desde el despacho de letrados penalistas de Ródenas Abogados, donde se encuentran algunos de los profesionales más especializados en este tipo de hechos de todo el sector.

Para ellos, es importante mantener la calma, dejarse asesorar por un equipo profesional y seguir paso a paso los consejos de los abogados con el objetivo de que la resolución judicial sea lo más beneficiosa para estas personas. La confianza es imprescindible en este punto; estos especialistas son quienes mejor manejan estas situaciones y los mayores aliados con los que se puede contar para afrontar todo el proceso que se va a llevar a cabo en la sede judicial.