La carrera espacial ha iniciado de nuevo, y ahora hay más competidores que nunca. Pero al parecer la línea de meta ha vuelto a ser la luna. Es que desde China se están dando los pasos para dejar las primeras bases permanentes en el satélite, que incluye su reciente aterrizaje en el lado oscuro de la luna y planes para poner una sonda orbitando el satélite que puede lanzar misiles para y abrir agujeros para que se puedan instalar bases subterráneas en el satélite.
Es un plan arriesgado y que demuestra la ambición del gigante asiático de protagonizar el nuevo capítulo de la competencia interplanetaria. También es cierto que en esta oportunidad los objetivos varían, mientras que el gobierno del partido comunista de Xi Jinping apunta a nuestro satélite en Estados Unidos, que recordemos es el único país que hasta ahora ha puesto un pie en la luna, ya ponen el ojo en Marte y al mismo tiempo tenemos la versión privada de esta competencia en la que figuras como Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson han puesto miles de millones de dólares en intentar crear el turismo del espacio.
Es una situación interesante, pero aun así la apuesta lunar asiática parece especialmente llamativa. La idea de lanzar un misil a la luna para crear un agujero donde se puedan instalar los viajeros al menos por un tiempo es más que llamativa. Si se le agrega la posibilidad real de que sean los primeros en construir espacios habitables en la superficie de algún cuerpo interestelar. Es un logro que los pondría por delante de los competidores, y que podría levantar el espíritu nacional en un momento de crisis económica.
Será importante ver como se anuncia el logro desde el gigante asiático. Además de ser una inversión importante a nivel científico la realidad es que se trata también de un arma importante a nivel de propaganda, después de todo la llegada a la luna fue uno de los grandes logros que el capitalismo estadounidense presentaba frente al descalabro comunista de la Unión Soviética. Por tanto, para un país que se presenta al mundo como comunista, conseguir una ventaja en cuanto a la explotación lunar sería una victoria simbólica clave.
TÚNELES Y CUEVAS: LA ESTRATEGIA CHINA PARA VIVIR EN LA LUNA
Lo más llamativo de la decisión del gobierno chino es que su plan para instalarse en la luna es subterráneo. Aunque las representaciones en la ficción nos han hecho imaginar las residencias extra planetarias como grandes cúpulas de oxígeno en la superficie el plan chino nos acerca más a los topos y a otras criaturas subterráneas que a lo que se planteaba en ‘Viaje a las estrellas’ o la ‘Fundación’ de Isaac Asimov.
Los túneles se crearían usando misiles lanzados desde sondas que orbitarán el propio satélite y abriendo camino con los pozos de lava que existen en la luna. Es una estrategia novedosa, aunque de momento todavía faltan varios pasos para que esta pueda ser aplicada en la práctica, la principal duda sería la sonda que hay que lanzar para poder apuntar de forma correcta los misiles.
De momento la idea es que se tengan bases lunares instaladas para 2028, aunque ya se han dado indicaciones de que la práctica no saldría una misión tripulada al satélite al menos hasta el 2030. Esto deja serías dudas sobre la cronología de los planes del gobierno comunista chino sobre la luna, aunque la otra duda es si viendo sus planes alguna otra superpotencia, o algún billonario interesado, intentará acelerar sus planes.
MARTE: EL SIGUIENTE DESTINO TRAS LA LUNA
Aunque tiene sentido que el país asiático quiera poner su propia huella en la luna la realidad es que la meta más importante en este momento es Marte. El planeta rojo se ha vuelto la principal meta de la NASA, que sigue enviando sondas y robots de exploración, y que se ha planteado el envío de una misión tripulada alrededor de 2033.
La NASA también ha querido reactivar su programa lunar.
Por ello la organización estadounidense también ha querido reactivar su programa lunar. De hecho la misión Artemis II pautada para 2025 quiere volver a realizar un alunizaje tripulado con el mismo objetivo de los chinos «la presencia humana a largo plazo en el satélite». Para la misión ya hay 13 astronautas elegidos, una lista que incluye a las primeras 6 mujeres que pondrán pie en el satélite.
Por supuesto es un proyecto delicado, y que entre la pandemia y los problemas logísticos esperados en las pruebas de este tipo, es posible que la fecha se retrase aún más. Será llamativo ver entonces si en efecto se pueden mantener las fechas.