La crema catalana, también conocida como crema quemada, es un delicioso postre que combina una suave crema pastelera o natilla con una irresistible costra crujiente de azúcar caramelizado. Su origen se remonta a tiempos antiguos y, como muchas recetas tradicionales, está envuelta en una encantadora leyenda.
8Cuidado con el hervor de la leche
Una vez que la leche comienza a hervir, vertemos lentamente la mezcla de yemas, azúcar y Maicena, pasándola por un chino o colador grueso para evitar grumos. Es importante remover constantemente con una varilla mientras vertemos la mezcla para evitar que se pegue al fondo de la olla y se formen grumos indeseados.
Continuamos quitando a fuego medio hasta que la mezcla vuelva a hervir. Esto nos asegurará que la crema adquiera la consistencia adecuada. Una vez que la crema haya espesado lo suficiente, la retiramos del fuego y la vertemos en unas cazuelitas individuales. Para darle un toque especial, podemos espolvorear una fina capa de azúcar sobre la superficie de cada cazuelita. Luego, utilizando un soplete de cocina o el grill del horno, caramelizamos el azúcar hasta obtener una costra dorada y crujiente que contrastará perfectamente con la suavidad de la crema.
