Este es el secreto de Karlos Arguiñano para su famosa receta de Croquetas de Jamón

¡Agárrate fuerte, amante de la cocina, porque hoy te sumergiremos en el maravilloso mundo de las croquetas de jamón! Estas delicias crujientes y doradas son un regalo gastronómico que ha cautivado los corazones y los paladares de personas de todas las edades. Desde las fiestas familiares hasta las cenas improvisadas, las croquetas de jamón siempre roban el espectáculo. Así que, prepárate para desvelar los secretos de esta receta clásica con un toque de humor y sabor.

Un Bocado de Historia: Orígenes de las Croquetas

Antes de sumergirnos en la receta en sí, hagamos un viaje rápido a través del tiempo. Las croquetas, esas pequeñas maravillas crujientes, tienen una historia interesante. Se cree que tienen sus raíces en la cocina francesa y, en particular, en el término «croquer», que significa crujir. En el siglo XIX, las croquetas llegaron a España y se hicieron populares en todo el país.

¡Y hablando de España, es allí donde las croquetas de jamón han alcanzado su máxima expresión! Con cada bocado, te transportan a las tabernas acogedoras y las cocinas caseras de España. Es como una pequeña fiesta en tu boca, y no podemos resistirnos a compartir la receta.

Ingredientes Mágicos: El Corazón de las Croquetas

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  • Jamón: El ingrediente estrella, por supuesto. Busca un buen jamón ibérico o serrano, preferiblemente cortado en cubos pequeños. Cuanto mejor sea la calidad del jamón, más deliciosas serán tus croquetas.
  • Mantequilla: La mantequilla es el alma de la cremosidad en estas croquetas. Aporta un sabor rico y una textura suave. ¡No escatimes en mantequilla!
  • Harina: La harina actúa como aglutinante y da cuerpo a la bechamel. Busca una harina de buena calidad para obtener los mejores resultados.
  • Leche: La leche completa la bechamel y le da esa textura aterciopelada que buscamos.
  • Nuez moscada: Un toque de nuez moscada recién rallada añadirá un sabor mágico a tus croquetas. Es un secreto culinario que marca la diferencia.
  • Aceite de oliva: Necesitarás un poco de aceite de oliva para freír las croquetas. Elige uno de buena calidad para realzar el sabor.
  • Pan rallado: El pan rallado es la armadura crujiente que abraza a estas joyas culinarias.
  • Huevo: Necesitarás huevos para empanar las croquetas y darles ese aspecto dorado y tentador.

Preparación Divertida: El Proceso de Creación

  1. Preparación del jamón: Comienza cortando el jamón en cubos pequeños. Puedes usar jamón ibérico, serrano o cualquier otro de tu elección. Cuanto más sabroso, mejor.
  2. La bechamel mágica: En una cacerola grande, derrite una buena cantidad de mantequilla a fuego medio. Cuando esté burbujeante, agrega la harina y revuelve bien para formar una pasta suave. Este es el comienzo de tu bechamel.
  3. Leche y nuez moscada: Poco a poco, agrega la leche mientras sigues revolviendo. La bechamel comenzará a espesar. Añade una pizca de nuez moscada recién rallada para un toque de magia.
  4. Jamón entra en escena: Cuando la bechamel tenga una textura suave y cremosa, incorpora los cubos de jamón. Mézclalos bien para que se integren en la mezcla.
  5. Enfriar y moldear: Vierte la mezcla en una bandeja y déjala enfriar durante al menos una hora en el refrigerador. Esto facilitará el proceso de moldeo.
  6. Moldear y empanar: Con la mezcla enfriada, toma pequeñas porciones y forma croquetas alargadas o en la forma que prefieras. Luego, pásalas por huevo batido y pan rallado.
  7. Freír con amor: Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Cuando esté bien caliente, fríe tus croquetas hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
  8. Deja que escurra: Coloca las croquetas en un plato forrado con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
  9. ¡A disfrutar! ¡Listo! Tus croquetas de jamón están listas para ser disfrutadas. Sírvelas calientes, tal vez con una salsa alioli o una mayonesa casera para un toque extra de sabor.

Consejos para Triunfar en tu Aventura Culinaria

  • Jamón de calidad: No escatimes en la calidad del jamón. Un buen jamón es la clave para croquetas verdaderamente deliciosas.
  • La paciencia es una virtud: Deja que la mezcla de bechamel y jamón se enfríe adecuadamente antes de intentar moldear las croquetas. Esto facilitará el proceso.
  • Aceite caliente: Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de freír las croquetas. Esto garantizará que queden crujientes y doradas.
  • Diversión en la forma: Siéntete libre de experimentar con la forma de tus croquetas. Puedes hacerlas alargadas, redondas o cualquier otra forma que te haga sonreír.
  • Acompañamientos creativos: Las croquetas de jamón son versátiles y combinan bien con una variedad de acompañamientos. Prueba servirlas con una ensalada fresca o una salsa de tu elección.

¡Hora de Saborear!

Y aquí estamos, en el punto culminante de nuestra aventura culinaria. Tu paciencia y esfuerzo han dado sus frutos, y ante ti se encuentran las croquetas de jamón perfectamente doradas y crujientes. ¿Listo para dar el primer bocado?

Cada mordisco es una explosión de sabores, con la suavidad de la bechamel, la salinidad del jamón y la magia de la nuez moscada. La combinación es celestial, y la textura crujiente te hará volver por más una y otra vez.

Las croquetas de jamón son ideales para cualquier ocasión, ya sea una cena elegante, una fiesta con amigos o un simple antojo de medianoche. Son como pequeñas joyas gastronómicas que aportan alegría y satisfacción a todos los que las prueban.

Entonces, la próxima vez que quieras impresionar a tus invitados o simplemente consentirte a ti mismo, ¡anímate a preparar estas croquetas de jamón! Te aseguro que no te decepcionarás. Y recuerda, la cocina es una aventura, ¡así que diviértete en el proceso y disfruta de cada bocado! ¡Buen provecho!