Sigue la batalla entre la OCU y la DGT por la eliminación de estas etiquetas

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El etiquetado de la Dirección General de Tráfico (DGT) ha sido durante mucho tiempo la referencia para los consumidores que desean comprar vehículos más respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) plantea serias interrogantes sobre la efectividad de estas etiquetas. En un análisis exhaustivo que abarca automóviles eléctricos, híbridos, de gasolina y diésel a lo largo de toda su vida, los resultados revelan que algunos modelos potentes con etiquetas «Eco» o «Cero Emisiones» emiten más contaminantes en términos totales que ciertos vehículos de motor de combustión convencional con etiqueta «C». Esta revelación se produce en un momento crítico, ya que en enero de 2024 entrarán en vigor las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en municipios de más de 50,000 habitantes. A continuación te contaremos cuál fue la crítica de la OCU y hablaremos de qué cambios procederán en materia de seguridad ambiental

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Cambios a la vuelta de la esquina

Cambios a la vuelta de la esquina

En España, el panorama de la movilidad urbana está experimentando un cambio significativo. Varios municipios, incluyendo las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, han introducido restricciones de circulación en áreas urbanas para combatir la contaminación. En 2023, esta tendencia se ha expandido a otras ciudades, generando un notable impacto en la circulación de vehículos en estas zonas. La DGT ha desempeñado un papel crucial al establecer un sistema de clasificación medioambiental, donde la etiqueta B, identificada por su color amarillo, ha adquirido una gran relevancia. Esta etiqueta se aplica a turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2000, así como diésel desde enero de 2006. También abarca vehículos de más de ocho plazas y de transporte de mercancías, tanto diésel como gasolina, matriculados a partir de 2025. Sin embargo, la OCU tiene una mirada propia sobre esta política y no condice con lo planteado por las autoridades de la DGT.